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Ricardo Soulé, un pionero del rock en la región
Acompañado por músicos locales, el ex-Vox Dei estará de gira por la región. Se presenta hoy en Roca y luego en Zapala, El Bolsón y Esquel. Antes, habló con "Río Negro".
Eduardo Rouillet
Este fin de semana Ricardo Soulé visitará la región. Acompañado por los músicos locales Ale Sandoval en guitarra y coros, el bajista Renzo Fioroni y Julián Cabaza en batería, se presentará hoy a las 22, en el Club de Arte El Biombo de Roca, mañana en Café Dalí de Zapala, el sábado en La Casona de El Bolsón y el domingo en El Bodegón de Esquel.
Compositor, productor, arreglador, cantante e intérprete de guitarra, armónica, violín, viola, bajo, piano y órgano, Ricardo nació en Quilmes el 15 de marzo del 50, y además de ser fundador y exmiembro de Vox Dei, junto a Willy Quiroga, Rubén Basoalto y Juan Carlos Godoy, trabajó y vivió durante largos períodos en España e Inglaterra,
En el 89 emigró a España, de donde regresó en 1996 para dar forma a lo que fue su cuarta y última reunión con Vox Dei, grupo del que se retiró definitivamente a finales del 98, tras grabar la segunda versión de "La Biblia", pionera y aclamada obra conceptual del rock argentino, con poemas inspirados en el Evangelio según San Juan.
En el 2004 armó Ricardo Soulé y la Bestia Emplumada, con su hijo Gabriel en guitarra y voz, y tres años más tarde, editó "Soulé en Río Turbio, Concierto Patagónico" grabado en vivo, originalmente no para comercializarlo. Por las características técnicas del registro, no fue posible hacerle correcciones ni agregados y salió a la luz como documento, por el sello Melopea. En el 08 apareció "Buddy Middler", novela filosófica con formato musical, que volvió a colocarlo entre las preferencias de un público seguidor desde hace más de cuarenta años.
Soulé siempre dividió sus canciones en lo que denominó "repertorio sacro" y "profano". "La Biblia según Vox Dei" figura dentro de las quince obras más importantes, según la revista Rolling Stone, mientras que "Presente (El momento en que estás)" fue incluida dentro de las diez mejores canciones de la historia del rock argentino por la cadena MTV y la ya citada revista.
"Yo trato de continuar una línea de investigación en cuanto a las posibilidades de ampliar, experimentar con músicas que si bien están relacionadas unas con otras, siempre me permiten hallar nuevas combinaciones. En lo literario, también, en la parte filosófica, en la poética de las letras y los argumentos… Algunos temas son recurrentes, pero tienen distintos enfoques", dice él.
–Siempre se vuelve sobre el amor, sobre el sentido de la vida…
–Son elementos que viven con nosotros constantemente y de los cuales dependemos. Entonces, no hay posibilidad de evitar vincularnos con el amor porque es la vida; ella está representada a través de ese sentimiento. Mis letras son totalmente humanísticas. Yo las veo de esa forma, no sé cómo se verán de afuera. Las considero desde la maravilla de un hombre ante la creación, que lo llenan en toda su existencia. Tanto en lo visual, en lo sensitivo, en lo espiritual, en lo frustrante también porque hay un grado de frustración en muchas cuestiones, generador de una lucha por tratar de superarla, de vencerla. Y las letras se van construyendo con esos sentimientos.
–Frustrante es saber que nuestra vida es finita…
–Nosotros, al tener una creencia religiosa, pensamos que no es así. Si bien nuestra vida terrena, material, tiene un principio y un fin, la espiritual, no. Es un continuo estado de existencia que pertenece a la eternidad, por lo cual tenemos la esperanza de resurgir en ella. Ahí es donde empieza a tener un valor muy importante la visión religiosa. Yo no voy a hacer proselitismo del catolicismo porque no es mi trabajo, pero como cristiano tengo la convicción de que una vez muerto el cuerpo, el espíritu sigue existiendo en otro plano.
–Retornando al plano musical, ya estás viendo cómo se han consolidado tus obras a través de más de cuarenta años. Han trascendido al muchacho que eras cuando las compusiste.
–Es un halago muy grande que tengo la suerte de vivir en silencio, porque no es necesaria una situación magnífica, extrema, para disfrutarlo. Hay versiones de mis obras que hasta le cambian la letra, en pequeñas cosas, y el enfoque que le dan es absolutamente valedero. Para mí es un regalo enorme haber sido útil para el arte. La parte pública de mi persona está dada a través de lo musical. Yo soy músico profesional y me debo a mi público, trato de dar lo mejor de mí y lucho para ello. Pero mi parte personal, mi vida familiar la reservo para mí… Es un derecho inalienable.
Enrique Carlos
