12/2/12

Promoción Fiesta del Bosque en Patagonia.com.ar

Fiesta Nacional del Bosque y su Entorno ver mapa

La localidad cordillera de la Patagonia, Lago Puelo, festeja en el mes de febrero la Fiesta del Bosque en homenaje a los bosques nativos de la zona y como forma de concientizar a los residentes y turistas de la importancia de la protección de los mismos.

Tras un gran incendio forestal en el año 1987 un grupo de pobladores decidió organizar esta fiesta y la idea quedó plasmada en 1992 cuando finalmente se realizaó la primera edición del evento con el fin de concientizar sobre la protección de los bosques nativos. Además, se construyó un anfiteatro en la plaza central de la ciudad que lleva el nombre de Hilda Rin, la principal impulsora de esta fiesta.

Durante los días de la festividad los visitantes pueden disfrutar de espectáculos musicales a cargo de artistas regionales y nacionales. También se realizan competencias de hacheros, actividades deportivas, charlas sobre la conservación del bosque y la elección de la reina.

Una nueva edición se llevará adelante los días 17, 18 y 19 de febrero de 2012 bajo la consigna de “cuidar los bosques”. Por ese motivo, se entregarán 100 cipreses a los primeros vecinos de la Comarca Andina del Paralelo 42 que se acerquen a la fiesta. En cuanto a los artistas que se presentarán en el anfiteatro estarán Adrián Otero (ex Menphis La Blusera), Nacho (ex Operación Triunfo), las tres bandas finalistas de los Juegos Evita y dos de las finalistas de Lago Puelo.

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Página 12: Los Otros Turistas – Nota sobre la Comarca Andina

Los otros turistas

Por Emilio Ruchansky

Más de la mitad de las ofertas en Argentina del programa internacional de voluntarios para huertas orgánicas (Wwoof, por sus siglas en inglés) provienen de la Comarca del Pararelo 42. El trato que propone esta asociación es simple: trabajo y aprendizaje por casa y comida. Incluyen también otras iniciativas que apuntan a la vida sustentable ecológicamente. Las ofertas provienen del Hoyo, Lago Puelo, Golondrinas, Epuyén y varios parajes cercanos a El Bolsón, de pequeñas chacras. Son parejas, familias, señoras y señores solos, que cada temporada reciben a los voluntarios, generalmente europeos.

Matthieu Boullay, francés, y la pareja de alemanes Mareike Liebald y Daniel Von der Heide dicen estar deslumbrados con la experiencia. Boullay, de 27 años, hizo “wwofing”, como dicen los bolsonenses, en chacras y también en proyectos de bioconstrucción. Ambas experiencias son complicadas de replicar en su tierra natal, en la región de Champagne, al norte de Francia, donde se dedicaba, según cuenta, a fabricar esa bebida burbujeante junto a su familia. Hace siete años viaja como wwofer.

“Estuve en Austria, Estados Unidos y algunas partes de Sudamérica hasta que descubrí El Bolsón. Me gustaría vivir acá”, asegura el joven. Sus padres lo apoyan en su aventura, cuenta. Y como muchos locales, él ya tiene un artículo diseñado y listo para vender en la feria: unos delicados llamadores de ángeles hechos de madera, su material predilecto. “Me quedó la actitud de la gente y la solidaridad, es lo que más impresionó. En algún punto, me di cuenta de que gusta más ayudar que aprender.”

A Liebald y Von der Heide los atrajo la tranquilidad. “Hacer algo distinto. Conocer gente de acá, pero de otra forma”, dice Von der Heide, integrante del Partido Verde. Antes estuvieron en chacras de Córdoba, Bahía Blanca, donde los permacultores locales les recomendaron conocer El Bolsón. “Hace cinco meses que venimos viajando, habíamos sido voluntarios en Portugal y Alemania, pero acá es diferente, se hace a lo grande”, comenta él. Ella es estudiante de la carrera de política y le interesa la permacultura “como forma de vida”. Ambos tienen 28 años y viven en Leipzig.

“Por ahora sabemos que es medio imposible hacer una casa ecológica o una granja por la cantidad de permisos que se necesitan. Pero hay lugares en las afueras de la ciudad donde se arman consorcios con áreas comunes y jardines grandes. Tenemos ganas de irnos a una casa así y llevar una vida más sustentable, menos contaminante”, dice Liebald. Antes del viaje, su práctica ecologista se limitaba a no comprar cosas nuevas si puede reparar las que ya tiene. El conocimiento adquirido en El Bolsón, comenta, conlleva sueños, “también otras responsabilidades con el medio ambiente”.

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Página 12: La magia del paralelo 42

La magia del Paralelo 42

La ciudad vive una explosión turística gracias a que las cenizas del Puyehue no llegaron hasta allí. El Bolsón mantiene su imagen mágica y natural. Ahora busca crecer con proyectos sustentables: energías alternativas, aprovechamiento solar, reciclado y bioconstrucción. Los personajes y sus historias.

Por Emilio Ruchansky

Desde El Bolsón

La caída de cenizas del volcán Puyehue en el área comprendida entre Bariloche y Villa La Angostura convirtió la ciudad de El Bolsón en la puerta de entrada de miles de turistas a la zona de bosques andinos de la Patagonia. El flamante intendente del lugar, Alfredo “Caleuche” García, lo confirma: “Normalmente somos un apéndice de Bariloche. Pero en estas circunstancias, lamentables para las ciudades vecinas, nos fue bien. Tenemos un 70 por ciento de ocupación hotelera”. Además de las caminatas por las montañas surcadas por ríos y lagunas, esta ciudad destaca por una intensa vida cultural fomentada por su “idiosincrasia particular”, dice Caleuche al referirse a la armónica, y por momentos disparatada, convivencia entre paisanos, hippies, extranjeros y las poblaciones originarias.

Conocida como la Comarca del Paralelo 42, esta zona aledaña a El Bolsón incluye dos poblaciones chubutenses a orillas de los lagos Epuyén y Puelo, donde hay una reserva forestal y una playa. El valle en total tiene 80 mil hectáreas y está surcado por el cristalino río Azul, al pie de los cerros, que se alimenta de varios arroyos de montaña. Para la Unesco, conforma parte de la Reserva de Biosfera Andino Patagónica, que involucra un plan estratégico de mantenimiento aún sin aplicación.

“De todos los turistas que vienen, la mitad piensa en quedarse a vivir. Entre el 7 y el 10 por ciento de esas personas concreta su sueño en el primer año”, asegura Ricardo Rubio, el agente inmobiliario más conocido de El Bolsón. En la municipalidad arrojan más datos: en los últimos 10 años la población de la comarca creció un 67 por ciento. “Lo más importante es la conciencia ecológica que hay, el cuidado que se tiene de los bosques”, agrega Rubio, quien define a sus vecinos como “cosmopolitas y viajeros”. En el centro de la ciudad promocionada como “mágica y natural” está la plaza Pagano, que atrae a los turistas que asisten a la feria de artesanos, donde se pueden comer waffles, beber cervezas artesanales y comprar desde instrumentos musicales hasta ropa. Allí también se venden frutas finas, uno de los principales productos de exportación del lugar: frambuesas, cassis, corintos, grosellas, moras, arándanos, cerezas, frutillas, guindas.

“Este es un lugar donde viven muchos escritores, músicos, pintores, ceramistas, bailarines. Y al mismo tiempo se da una movida alternativa impresionante, mucha gente viene a hacer cursos de yoga, reiki, masajes holísticos y una tendencia fuerte basada en el ecologismo, que incluye huertas orgánicas, donde se puede aprender a hacer rendir cuatro veces el área cultivada o la bioconstrucción, que es sencilla y barata”, comenta el secretario de Turismo, Sergio Zárate.

Cultura permanente

El Centro de Investigación, Desarrollo y Enseñanza de Permacultura (Cidep) es un espacio de aprendizaje sobre diversos sistemas sustentables, energías alternativas, aprovechamiento solar, reciclado, huerta orgánica y mantenimiento de reservas naturales. Comenzó en 2005, en un terreno de 12 hectáreas dado en comodato a un grupo de ecologistas en el circuito de Mallín Ahogado, a 15 kilómetros de El Bolsón. Todos los años, allí concurren voluntarios que viven y trabajan codo a codo con los organizadores del Cidep.

“En general los voluntarios son extranjeros, pero en los últimos tiempos vienen muchos argentinos. Duermen acá y trabajan seis horas diarias. Pedimos 50 pesos de colaboración por jornada para algunos gastos. También hay visitas diarias para recorrer el lugar a través de la agencia Grado 42 y conocer nuestros proyectos”, comenta Carlos Straub, uno de los directivos del Cidep. La permacultura propone un nuevo tipo de relación, permanente y sustentable, entre la naturaleza y el ser humano.

El vivero del Cidep se especializa en la siembra de árboles y arbustos nativos para reforestar zonas incendiadas. En la comarca, sobre las laderas de las montañas, crecen cipreses y cohíues; donde impera el primero se vive mejor porque exige condiciones climáticas parecidas a las del ser humano. El segundo abunda en zonas inhóspitas, frías y húmedas. Otras especies son los radales, los ñires que reducen las contaminación, y los maquis.

En la huerta del Cidep se enseña a obtener semillas de vegetales comestibles. El armado de cultivos para lograr la autosuficiencia alimentaria es uno de los pilares de la permacultura. En Golondrinas, a 10 kilómetros de El Bolsón hay un Centro de Investigación y Enseñanza de Agricultura Sostenible (Ciesa), donde se promueven desde 1994 huertas orgánicas y un sistema biointensivo, basado en las enseñanzas del activista John Jeavons, fundador del grupo Ecology Action.

“También tenemos todo un trabajo hecho sobre los baños secos, particularmente el vietnamita. De esta forma, se recupera el excremento para hacer compost con lombrices. Igual hay algunos baños con agua acá, tratamos de no aislarnos ni ponernos fundamentalistas”, aclara Straub, electromecánico de profesión. En el mismo sentido, este ecologista dice que la cocina del lugar está “tomada” por los vegetarianos, “pero de vez en cuando hacemos algún asado”.

En Cidep se está construyendo un gran domo de madera, donde pronto funcionará un aula y otro proyecto junto al Instituto Balseiro para fabricar un techo de agua, que fue premiado en Francia. Aunque parezca raro, el agua garantiza que no haya fisuras por los cambios de temperatura en el ambiente. “Yo trabajo en otro lugar, vengo al Cidep porque es parte de una utopía”, dice Straub. Su objetivo a futuro es armar una organización más grande, con una moneda propia y formar “caminantes”, es decir, permacultores que viajen a otros lugares para esparcir el conocimiento.

Bioconstrucción

Otro aspecto muy desarrollado en El Bolsón es la construcción de casas con adobe. Cada año, familias enteras se anotan en los talleres que da Bioconstruyendo. Pastor Silvestre Alvarez, el encargado, cuenta que también recibe a muchos estudiantes de arquitectura de todas partes del país y de países como Colombia y Alemania. Su casa oficina, cerca de la ruta 40 y subida Márquez, tiene troncos como pilares y paredes de adobe, con incrustaciones de botellas de vidrio. Dentro, se mantiene con una temperatura agradable. “Es anfibia porque tiene pisos de cemento”, aclara. Según él, en este rubro la única forma de aprender es trabajar. Por este motivo, quienes se anotan a los cursos participan en la edificación de casas de personas de bajos recursos, bajo un sistema conocido como “minga”, un concepto de origen quichua, que quiere decir: “Construcción colectiva”. La arcilla proviene de una cantera en Golondrinas, aunque a veces se obtiene del borde de los caminos. “Cavás un metro y hay arcilla”, asegura este egresado de la escuela Waldorf en Chile.

Además de la arcilla, para armar ladrillos se utiliza arena, paja de cereal y agua. Luego estos bloques son depositados sobre cimientos de piedra. La estructura puede ser de madera y también de hierro. El revoque también se hace con arcilla y los techos son “vivos”. “Este tipo de techos son aislantes y frescos. Son más baratos que los de chapa y se arman con una base de cartón reciclado, nylon, tierra y arena volcánica. Después crece el pasto encima. Es una forma también de devolver espacios verdes”, explica Alvarez.

Entre las técnicas de construcción hay una muy extendida y en la que se interesó la NASA para edificar en la Luna. Se llama Súper Adobe. “La inventó un iraní, Nader Khalili. Está inspirada en las trincheras de guerra”, dice este bioconstructor. En vez de ladrillos, se utilizan bolsas largas y angostas rellenadas con arcilla, generalmente tienen forma de iglú. Una vez terminadas, se pueden quemar las bolsas y queda el adobe. Otra innovación ecológica es la pintura natural y las estufas rocket, de diseño ruso, que ahorra leña y sirve también para cocinar.

Según este constructor, el tema sísmico no afecta las casas de adobe: “La idea es que sean flexibles, que acompañen el movimiento. Puede que se caiga una pared, pero resiste la estructura”, comenta. El próximo miércoles, en el Cidep, se realizará el tercer encuentro internacional Bioconstruyendo Patagonia. “Estos conocimientos son empoderadores, podés hacer la casa que te imagines, sin límites”, dice Alvarez.

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Eliceche también estuvo tomando contacto con la gente de la cordillera

Carlos Eliceche también recolectó las inquietudes de la cordillera

Carlos Eliceche, diputado nacional por el Frente para la Victoria mantuvo un encuentro con todos los concejales de la cordillera de Chubut en la localidad de El Maitén.

Carlos Eliceche retomó sus recorridas por el interior de Chubut.

La actividad se concretó en la sede del Concejo Deliberante de esa localidad acompañado por el intendente Luis “Chalo” García. Participaron de la charla los ediles del Frente para la Victoria de El Maitén, Cholila, Gualjaina, Corcovado, Lago Puelo, El Hoyo, Epuyén, y Cushamen, quienes en forma individual expresaron cuáles son los reclamos más importantes de los vecinos de cada lugar.

En el inicio de la reunión, Eliceche agradeció a todos los presentes la oportunidad de poder reencontrarse y seguir dialogando sobre diferentes temas que hace a la vida misma de cada una de esas localidades, destacando el aporte que cada uno de los ediles viene realizando desde su asunción en el trabajo de militante, acercando proyectos y colaborando con su comunidad para ir solucionando los problemas de los vecinos.

“Sabemos que vienen desarrollando una tarea muy importante, en algunos casos en absoluta minoría, pero conscientes que pertenecen a un proyecto que la gente votó el 20 de marzo y que nos toca a cada uno de nosotros hoy cumplir determinadas funciones desde diferentes ámbitos”, dijo Eliceche.

“Está claro que hay un respaldo del gobierno nacional a la tarea desarrollada en su momento, y por eso es que podemos mostrar a un ministro nacional como el caso de Norberto Yauhar, un diputado nacional como es mi caso, y muchos compañeros que están desarrollando tareas importantes en diferentes lugares de la provincia”, añadió.

Eliceche destacó en forma especial en esa oportunidad la presencia durante la semana de los diputados del Frente para la Victoria de la Legislatura de la provincia del Chubut quienes encabezados por la presidenta del bloque, Argentina Martínez, recorrieron las diferentes localidades de la cordillera, manteniendo encuentros con los concejales de cada lugar y recibiendo inquietudes de vecinos y representantes de entidades intermedias de cada lugar quienes también acercaron propuestas a los legisladores provinciales.

“Es la primera vez que a tan pocos días de haber asumido un bloque completo se traslada al interior de la provincia y recorre las localidades de una determinada región para reunirse con los concejales, los vecinos, y dirigentes locales para ver la problemática de cada comunidad”, sostuvo.

El legislador nacional recorrió la zona acompañado por el secretario legislativo de la Cámara de Diputados de Chubut, Raúl “Bulín” Fernández, y participó de diferentes recorridas, como así también tomo parte de algunos de los actos programados con motivo de la decimoctava Fiesta Nacional del Tren a Vapor que se desarrolló este fin de semana en la localidad de El Maitén.

EL PATAGÓNICO

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