16/8/23

Que se hable bien o mal, pero que se hable

Que se hable bien o mal, pero que se hable

El gran artista, más querido que comprendido, nos dejó una frase increíble, que le viene al dedo como un anillo a los fenómenos comunicacionales, como el de la Redes Sociales.

Que se hable bien o mal, pero que se hable, porque los robots del google, y otros bichos informáticos andan por todas partes, en el infinito mundo digital, juntando palabras e imágenes, para hacer una tablita y “premiar” a las más repetitivas. 

Por esta razón, recomendamos no mencionar a ningún delirante, cambiarle el nombre por un mote, o escribiéndolo mal, para que no se peor el remedio que la enfermedad, y pase como con un tristemente célebre pseudo cirujano plástico que, cuanto más sale en los medios por sus escándalos y supuestos delitos, más se le llena el consultorio de gente.

CERRADO POR DUELO?

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Pareciera ser que, después de las últimas elecciones, los resultados inesperados ha sumido a los oficialismos en una triste depresión.  Cerraron sus locales, y están negando que lo peor puede venir si no se toman urgentes y rápidas acciones a los efectos de que no se vaya todo a la mierda; la sangre de los caídos, los derechos conseguidos con mucha valentía, y no sin sufrimiento de multitudes.

Ayer nos confesaban que, si hubieran dicho lo que iban a ser, no serían votados, por eso hicieron todo lo contrario de lo que prometieron.  Hoy nos dicen, casi exageradamente lo que van a hacer, y locos hay en cualquier partes, pero este loco tuvo la tercera parte de nuestros votantes en contra de los “trabajadores y kirchneristas”, y de los “conchetos de recoleta”. Una turba cuasi pueril, sin memoria y sin conocimiento de la historia, se volcó a las escuelas, no para aprender, sino para enseñarnos lo que aprendieron en Tick Tock.  Y el compañeraje??? y los radicales??? y los Liberales???

Vamos amigos, unos hablan de no comer sapos, y se van a comer un batracio del tamaño de Willy si no intentamos, no ya salir a convencer a nadie, por que no hay nada peor que la soberbia del necio que ganó una elección, pero si a informar, redargüir, y sobre todas las cosas, “Persuadir”.

A esta hora, debemos salir, si o si, a levantar a los caídos, apagar las velas de la Esperanza y encender las antorchas de las convicciones.  Por eso desde este humildísimo lugar, sabiendo que no es fácil suplementar con patriotismo las diferencias ideológicas, pero la situación actual nos pide que dejemos las rencillas para luego, y hoy nos unamos en esta guerra declarada a nuestra gente. ECA

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