28/10/23

Reflexiones de un Kuka

Hemos sido acusados de vividores del estado, confundiendo a la opinión pública con esa cantinela de que somos planeros, que no ‘agarramos la pala’, que nuestras férreas convicciones no son tales, que si vamos a un acto político, es por un chori y una coca, que los colectivos del gremio nos acarrean como ganado, que nos embarazamos para cobrar planes, que si gritamos Viva Perón, Evita, Néstor o Cristina, es porque nos pagan.  Han dicho que nuestros líderes han sido y son corruptos, que Perón era pedófilo, que en la cripta de Néstor están los millones de dólares que se afano, y en un container enterrado en la Patagonia, o dentro del Nahuel orbitando al rededor de la tierra.  Han dicho que Florencia, con la edad de Antonia, era la jefa de una banda, que Máximo tenía la guita en Seychelles, que matamos a Nisman, que lo peor de la historia empezó con el peronismo, que el populismo, que los negros de mierda, y que el papa colaboracionista con los milicos, o el papa zurdo y peronista, que que somos un pueblo de mierda, y que íbamos a ser, con los milicos, aniquilados, con la derecha, destruidos para siempre…

La cuestión que cada vez que asumimos el gobierno, sacamos las papas del fuego, distribuimos las ganancias, y hemos hecho un poco más justa la vida del Pueblo.  Nos persiguieron, nos detuvieron ilegalmente, abusaron de nosotres, nos mataron en falsos tiroteos, nos hicieron fugarnos del país, intentaron borrarnos de la memoria de la gente, estaba prohibido hablar de perón, cantar la marcha, juntarnos en unidades básicas, hasta nos clausuraron los Carnavales y corsos, no cercaron las plazas.

No nos hace mejores haber visto con lágrimas en los ojos el abrazo del Chino y Perón, ni ser testigos del: "Este viejo adversario despide a un amigo…", tampoco el haber realizado un homenaje en vida al Dr. Raúl Alfonsín. Solo hemos sido testigos de la esencia espiritual de nuestros líderes, cuando reconocían que, aún con diferencias, en el fondo éramos hermanos, compatriotas, militantes de la paz.

Hoy un personaje a todas vista siniestro, se atreve a ensuciar la memoria, honra y dignidad de personas muy queridas.  No solo a Alfonsín, también a San Martín y al papa Francisco.  Y salen, con justa razón, enfurecidos los radicales a desagraviar a su líder, y denuestan con razón a un ignorante, posiblemente desequilibrado que dice cosas tan absurdas, como sus propias propuestas para el país, en el caso de ser elegido presidente.  Y todo el peronismo junto con ustedes, también nos solidarizamos, no solo con el Radical, también con los combatientes de Malvinas que, a pesar de haber sido utilizados como carne de cañón por los ilegales gobiernos de facto, dejaron su sangre en las islas por intentar recuperarlas. Lo mismo hicimos con la honorabilidad del papa, de nuestro Padre de la Patria, por preservar las relaciones fraternas con Brasil, y el resto de los países atacados por esta impresentable persona, que ha realizado algo así como un milagro sorprendente, a pesar de sus múltiples desvaríos, agresiones e insultos, obtuvo en 2 años la tercera parte de la intensión de voto para elecciones presidenciales.

Ahora bien, ¿puede ser que el noble, fiel, democrático Radical lastimado y ofendido por este individuo, no pueda comprender lo que hemos sentido nosotros todo este tiempo? ¿Las temibles amenazas de Bullrich hacia nosotros? ¿Las infundadas acusaciones de corrupción hacia nuestro partido y sus representantes, hasta llegar a la humilde madre soltera, con un hijo con discapacidad, un chico con problemas, un anciano o anciana que trabajó toda su vida, y por cualquier motivos no aportó para su retiro?  Todos caemos en la volteada, mientras aplaudimos a don Raúl Alfonsín, nos emocionamos con la actuación de Luis Brandoni y tantos que, desde sus oníricos pedestales, bombardean la memoria de nuestros próceres, demonizan nuestro movimiento, niegan las conquistas sociales logradas por el peronismo, ocultan la memoria de nuestros mártires, permiten el ninguneo de la investigación sobre el Magnicidio en grado de tentativa contra nuestra Cristina Fernández, y se escudan con un supuesto “voto en blanco”, cuando  la patria puede quedar en manos de los que deberían haberle hecho sentir, aunque más no sea por un rato, lo que sentimos nosotros, el peronismo, el kirchnerismo, los “populistas” al decir de ustedes.

Para esto, tuvimos y tenemos que soportar la terrible e impagable deuda que contrajo ese gobierno integrado y “apoyado lealmente” por ustedes, al decir de un twitt de su partido en las últimas horas. La presencia de su ex-candidata y ex funcionarios en el entorpecimiento de la investigación del atentado, y sus financistas, contra la vice presidenta, y el tibiamente  vomitable “voto en blanco o recurrido” esgrimido por muchos de ustedes, algunos comparándonos con aquellos que hacen una apología de los crímenes que se cometieron contra  nosotros, y también contra ustedes, radicales, y los saben.

Por eso, desde este insignificante rincón del paraíso de donde, dudo que llegue a mucha gente esta humilde reflexión, les ruego que depongamos nuestros prejuicios, duros como una teoría poco empírica.  Que paremos con las agresiones injustificadas, con el discurso de odio que tan tristemente está causando estragos entre los hijos de Abraham en medio oriente, que renunciemos al “Algo Habrán Hecho” que dejó morir a muchos que nada malo habían hecho, que pensemos que futuro nos espera si conducen el país aquellos cuyas pitonisas son una niña de 11 años, y un perro muerto.

Primeramente a mis amigos y parientes, que me conocen, que saben que no soy lo que ellos dicen de nosotros, y por ahí, alguien más que sienta en mis palabras lo que alguna vez sintió Balbín, o mál lejos aún, un tal Homero Manzzioni, cuando entendió que por esos tiempo, se sentía más identificado con la lucha de los descamisados, que con la de sus propios correligionarios.

Nos hicieron sentir distintos, pero para ellos somos la misma mierda.  No nos entreguemos al odio fratricida.

Enrique Ameijeiras

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