26/4/11

Crítica nota de El Ciudadano por magra obra pública en El Bolsón

En diez años casi no hubo obras públicas en El Bolsón

Una triste historia recorre los últimos diez años de vida de la localidad de El Bolsón, que desde el año 2001 no ha mostrado obras de importancia en ningún punto del ejido, que por el contrario ha crecido y mucho.


Un recuento de las obras que se han realizado en los últimos años deja una sensación extraña y abre la preocupación sobre el futuro de la localidad, dado que en noventa por ciento de las obras públicas del pueblo son previas al año 2000.

Las pruebas están a la vista, dado que recorrer las calles del pueblo es una invitación para conocer qué ha cambiado en este período del pueblo.

Que la provincia de Río Negro siempre ha estado ausente en las inversiones no es una novedad con la que cualquier lector se pueda encontrar, no obstante ello, en las contadas visitas oficiales de la gobernación casi no se han inaugurado obras, con mínimas excepciones.

En lo que  al asfaltado de calles se refiere los números indican que en los últimos diez años se ha solucionado la viabilidad de una cuadra por año,  siendo las beneficiadas muchas de las cuales hoy necesitan mucho mantenimiento.

Una de las principales arterias que es una demostración de esto es la calles Azcuénaga que en dirección a la zona de Loma del Medio fue asfaltada hace algunos años  y cada vez se encuentra en peor estado con una gran cantidad de pozos que todos los inviernos se agrandan un poco más.

Asimismo las cloacas son otro de los puntos delicados a resolver en el futuro, dado que la falta de este servicio en muchas zonas del pueblo y la capacidad desbordada de la actual planta depuradora son problemas que no han sido resueltos en tiempo y forma y pueden ser de gran prejuicio para el crecimiento de la localidad en los próximos años.

Las excepciones

Muchas de las obras no siempre están a la vista y por lo tanto no son fáciles de apreciar por los ojos de los vecinos que requieren tener siempre mejores condiciones de vida en el pueblo que han elejido para vivir.

En este sentido cabe destacarse que las obras de red de agua han avanzado en muchos barrios, aunque no suceda lo mismo con las cloacas y las napas sigan siendo las que resisten el paso del tiempo.

En este sentido cabe destacarse que uno de los hechos más importantes de los últimos años, y quizás el único que merece un párrafo aparte fue la construcción de un nuevo basurero municipal, que lejos de tener el sello del municipio se debió a una inversión realizada desde la Secretaría de Turismo de la Nación.

Asimismo la construcción de lomos de burro, o reductores de velocidad ha sido una constante y así como se han asfalto un promedio de cien metros de calle por año desde el 2000  a la fecha, el número promedio en lomos de burro es de uno por año.

La Avenida San Martín es una de las principales arterias que ha sido modificada para colocar este tipo de reductores de velocidad, y en toda su extensión tiene más de ocho lomos en ambas manos.

En otro orden de cosas, otro tipo de obras entre las más relevantes que se han realizado, son los canteros de ladrillos en distintas veredas de la localidad, todos de distinta altura y de diferente tamaño que ni siquiera marcan un patrón estético determinado, y que algunos sectores ha admitido excepciones en el uso de ladrillos cambiándolos por piedras de voladura, como es el  caso de las veredas de San Martín  y Azcuénaga.

Fuente: El Ciudadano