Con fuerte custodia fueron juzgados ayer en El Bolsón los dos jóvenes acusados.

Piden dos perpetuas por brutal crimen de campesino de El Foyel

Lo mataron a garrotazos para quedarse con su casa.

EL BOLSÓN (AEB).- La Cámara del Crimen se constituyó ayer en esta ciudad para juzgar a los dos imputados por la muerte del campesino discapacitado Claudio Figueroa (52), ocurrida el 6 de agosto del año pasado, cuando intentaron quedarse con su casa del paraje El Foyel. Por el hecho están acusados Valentín Manríquez y José Luis Machuca, quienes ingresaron al Juzgado de Paz de El Bolsón con una fuerte custodia policial. La sala estuvo colmado por familiares de la víctima.

A última hora se hicieron los alegatos. El abogado querellante, Víctor Hugo Massimino, y el fiscal Javier Sánchez Gavier, insistieron con su pedido de prisión perpetua para ambos. La sentencia se conocerá el 3 de septiembre, a las 12, en los tribunales de Bariloche.

Por su parte la defensa, ejercida por los abogados Juan Pablo Laurence y Mariela Taboada, pidió la absolución o "en el peor de los casos, una condena por homicidio simple para Machuca", según se informó.

La carátula del expediente es "homicidio agravado por alevosía". Según la acusación, después de cometer el crimen "aplicándole reiterados golpes en la cabeza" con un garrote, le practicaron "ataduras con alambre en ambas muñecas y cuello para arrastrar el cuerpo sin vida y arrojarlo en el pozo de la letrina, para después taparlo con cal, chapas de cartón y tierra".

Al día siguiente del crimen fue su hermano, Abdón Figueroa, quién intuyó el trágico fin del hombre, ya que llegó hasta el lugar para llevarle medicinas y mercaderías, como lo hacía habitualmente, y se encontró con Machuca -un trabajador "golondrina" chaqueño-, su mujer y un hijo en la vivienda. Éste le argumentó que había comprado la propiedad en $ 30.000 y que desconocía el paradero de Claudio.

La parte acusadora sostiene que hubo "participación necesaria de Valentín Manríquez" en el homicidio, primero como gestor de la presunta compra y luego porque "después de limpiar y ocupar la casa", el trío comió allí y Manríquez "fue a la casa de sus padres (ubicada a pocos metros) y regresó con la ropa que había lavado", incluyendo un pantalón azul con una mancha de sangre y una zapatilla también manchada. La investigación descubrió luego que era coincidente con el ADN de la víctima, "mientras que la muestra de material genético obtenido del palo secuestrado, se constató coincidencia con el ADN de Manríquez".

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