30/8/16

Proyecto de extensión “Más árboles para la Línea Sur”

Proyecto de extensión “Más árboles para la Línea Sur”

    A través del proyecto de extensión “Más árboles para los pobladores de la Línea Sur”, coordinado por la ingeniera agrónoma Silvana Alzogaray y el técnico en Jardinería Santiago Naón, la Sede Andina de la Universidad Nacional de Río Negro se ha sumado, desde el año 2013, al Programa Forestal del ente de Desarrollo de la Línea y Región Sur. El objetivo principal es la producción y plantación de árboles para mitigar el fenómeno de la desertificación, que ha afectado tanto al ambiente en general como a las comunidades rurales que allí habitan, expuestas a las rigurosidades climáticas, con escasos árboles que las protejan de los fuertes vientos y de las temperaturas extremas; comunidades que además utilizan leña para calefaccionarse y cocinar sus alimentos.

    El objetivo del grupo, del que participaron activamente alumnos de 1°, 2° y 3° año de la Tecnicatura en Viveros que se dicta en la Sede Andina de la UNRN, estuvo centrado en que los pobladores de las localidades de Ramos Mexía, Ingeniero Jacobacci, Sierra Colorada, Los Menucos, Comallo y distintos parajes de la Línea Sur, pudieran aprender a reciclar los residuos en los viveros para abonar las plantas, sembrar y cultivar, a fin de mejorar la calidad de vida ambiental en sitios donde la fertilidad de los suelos ha sido afectada por el fenómeno de la desertificación. Este proyecto de la universidad comenzó en el año 2013 pero previamente el Ente de Desarrollo de la Línea Sur venía trabajando en este sentido sobre los suelos desérticos desde el año 1999.

    Desde el comienzo del proyecto, los alumnos y profesores de la UNRN participantes recorrieron más de 900 kilómetros de caminos de tierra, desarrollando “cortinas de reparo” para frenar el viento patagónico y trabajando con los impedimentos del suelo, que tiene en algunas zonas una capa dura de piedra a pocos centímetros de la superficie. En el paraje Laguna Blanca por ejemplo, se plantaron cipreses y olivillos extraídos de los viveros de Sierra Colorada y Comallo, todo bajo la supervisión del técnico agrónomo Abdel Nasif.

    Desde el invierno del 2013 hasta la fecha el equipo de trabajo dictó ocho talleres de capacitación, enriquecidos por saberes compartidos, sobre manejo de plantas y compostaje, obteniéndose plantas con un sistema radicular acorde a suelos pobres. Se logró abono de calidad en 6 viveros, utilizado luego para almácigos y para nutrir las plantas, a la vez que se pudo incrementar el porcentaje de prendimiento de plantas a campo hasta un 92%. Además se aumentó el número de cortinas de reparo y montes leñeros en más de 20.000 árboles, con la ayuda de 45 estudiantes extensionistas, niños, jóvenes de colegios de las localidades visitadas y familias lugareñas. Finalmente, los pobladores y las familias involucrados en el proyecto, han logrado consumir sus propias verduras frescas, protegidas bajo invernáculo y con cortinas de reparo de árboles.

    Durante este año apenas comenzado el invierno, se trabajó en las localidades de Ramos Mexía y Sierra Colorada. Se extrajeron y acondicionaron 300 plantas de olmos y olivillos y los estudiantes participantes cavaron más de 500 hoyos para plantar los árboles. En Sierra Colorada el grupo tuvo el acompañamiento del intendente de la localidad, Fabián Pilquinao, como así también del presidente del ente, Marcos Pérez y del legislador Alejandro Marinao.

    Los vínculos trazados entre viveristas, comunidades rurales y extensionistas se han fortalecido en el tiempo, dialogando los saberes populares y los conocimientos académicos, a través de una reflexión crítica sobre la desertificación y la importancia de contar con más árboles para mitigarla. Comunidades mapuches de la región, enteradas del trabajo de extensión de la UNRN, solicitaron reproducir lo hecho en sus propios parajes.

    A través del proyecto los participantes dieron cuenta a la comunidad que es posible mejorar la calidad de vida de aquellos pobladores que viven en lugares inhóspitos, con tan sólo mantener una mirada más atenta y comprometida. Por último, los responsables del proyecto estimaron que la incorporación del problema de la desertificación en el plan de estudio de la carrera que se dicta en la ciudad de El Bolsón, ha sido un factor clave para generar una articulación exitosa entre la docencia y la actividad de extensión de la UNRN.

    EL CORDILLERANO