Solicitud de Publicación: Mario Scandizzo - Secretario de Gobierno - Municipalidad de El Bolson
Los rionegrinos queremos un verdadero cambio
El sueño que la mayoría de los ciudadanos habíamos depositado en las urnas del 25 de septiembre del 2011 vuelve a tener la oportunidad de plasmarse, luego de cuatro años de desidia y continuidad de un estilo de Gobierno que ha basado su gestión en la mentira, a través de utilizar los recursos del Estado para auspiciar lo que no hace, para comprar voluntades y para desviar la atención sobre las verdaderas deficiencias que acucian a la Provincia y que no han sido modificadas a pesar de la voluntad que manifestamos en las elecciones.
La desvergonzada propaganda oficial que encubre a la publicidad de campaña, la asociación con los viejos referentes de los sobresueldos, la comida en mal estado en las escuelas, las mentiras reiteradas y el permanente abandono de la población, son la muestra cabal de las decisiones políticas que se manifiestan por encima de las necesidades de la gente para que un sector inescrupuloso y sin legitimación, se apropie de los sueños de los ciudadanos.
Habíamos pedido un cambio, no un Gobernador que se dedique a hacer turismo y que sólo tenga como respuestas, promesas que nunca se cumplieron. Habíamos votado por una Administración eficiente y no por un sistema burocrático que ha mantenido a lo peor de la política, tras el recurrente cambio de ministros en la mayoría de las carteras para que cada vez se comience de nuevo sin lograr “nada”.
Habíamos pedido capacidad en la administración escolar y no escuelas que se llueven, comedores escolares sin alimentos porque no se les paga a los proveedores o arreglos que inician en pleno ciclo lectivo para que los chicos deban ausentarse sin siquiera saber cómo recuperarán los días.
Habíamos pedido que acaben la corrupción, los alimentos en mal estado para los planes asistenciales, los presuntos negociados en la obra pública.
Pero nos dieron promesas, las mismas de los actos de campaña del Radicalismo, cuando se anunciaba la entrega de cientos de viviendas y lo que en realidad se daba era un papel que indicaba que “en algún momento” se construirían las casas.
Cómo puede ser que se anuncien los millonarios ingresos a través del petróleo y que las escuelas se lluevan o que los chicos no tengan servicio de comedor porque no se paga. Cómo puede construirse una Provincia sin que exista la obra pública, sin que se fortalezca a los pueblos o negociando con quienes fueron los responsable del deterioro por casi 30 años.
La muestra más relevante es la que analizamos en nuestra ciudad y para el caso, la pregunta que cualquiera podría hacerse y que cae por su propia lógica es cómo podemos confiar en un Gobernador que abandonó a su propio pueblo natal, escondiéndose de su gente, desconociendo a la autoridad institucional y planteando las peores bajezas para provocar divisiones.
Pero los ciudadanos tuvimos un sueño y no hay billetera que pueda doblegar a la voluntad popular, pese a que la más baja muestra política considere que todo es comprable. Y ese sueño podrá tomar cuerpo el próximo domingo cuando de una vez y mirando hacia adelante, recuperemos las esperanzas que en forma indiscriminada pretendieron quitarnos.
Sabemos que las promesas no cumplidas son los recursos electorales del gobernador Weretilneck, que sus amigos del Radicalismo sólo buscan posicionarse para hacerse del poder y volver a dañarnos como lo hicieron durante los años que gobernaron. Que la obra pública no va a llegar por magia, sino con administración eficiente. Que las escuelas seguirán en estado deplorable a no ser que se gestione con calidad y responsabilidad; que seguirán los sobresueldos, el cambio permanente de ministros y la incapacidad en todos los órdenes del Gobierno.
Lo sabemos porque lo hemos experimentado, porque lo vemos a diario y porque a pesar de las propagandas millonarias, hemos aprendido a descubrir quién nos miente y quién dice la verdad.
Sabemos que esta es la oportunidad de poner un corte definitivo para que aquélla ilusión se nos dé. Para que tengamos un gobierno legitimado y no robado. Para que podamos discutir nuestro futuro en ámbitos consensuados y no a través del uso de la amenaza o del manejo inescrupuloso del poder a través del miedo.
Hoy, no da vergüenza que se pretenda responsabilizar a una empresa constructora porque no hay clases, da vergüenza que se gaste, por ejemplo un monto desorbitante para el mantenimiento de una sede provincial en nuestra ciudad que no ha logrado nada para las personas o lo que es peor, ha dado muestra de la impericia a través de manejos oscuros en el manejo de dinero público.
Da vergüenza que nos digan que saber cuál es el “camino”, cuando se observa que se ha perdido el rumbo desde el primer momento y que lo único que se espera es el ingreso de capitales para manejar con dinero lo que no se puede hacer con inteligencia, austeridad y vocación de servicio.
Pero también los ciudadanos sabemos que el dinero se acaba cuando se vuelca al despilfarro y que la demostración de eficiencia no depende de la billetera sino de la voluntad por mejorar las condiciones de la ciudadanía.
Por eso, sabemos qué elegir, sabemos que esos sueños podrán ser encausados por el senador Miguel Pichetto. Porque no necesitamos hablar de campañas o promesas electorales. Tenemos que revisar lo que los ciudadanos dijimos hace cuatro años, lo que propusimos y elegimos. Siendo honestos, nos daremos cuenta de que nada de lo que esperábamos se cumplió y en consecuencia, sabremos qué hacer.
Mario Scandizzo
Secretario de Gobierno
Municipalidad de El Bolson