Rompe el silencio el ex jefe del área de Drogas
Miércoles, 05 de Agosto de 2009 19:47
Yo sé que me van a sancionar, se van a enojar y me van a hacer sumario. Pero yo ya estoy cansado”.
La advertencia es del subcomisario Eduardo Alonso, ex jefe del Área Drogas Peligrosas y Leyes Especiales de Comodoro Rivadavia, puesto que ahora ocupará el comisario Ricardo Cerda. Desde 1998 que Alonso lucha contra el narcotráfico en Chubut y frente a Jornada rompió el silencio para develar el motivo real de su recambio y hacer públicas quejas por estado real de esa área clave.
Tras advertir que le parecieron “perfectas” las denuncias del gobernador Das Neves, consideró que “el Estado tendría que procurar que tengamos elementos para trabajar”. Según Alonso, “el 80 por ciento de los elementos técnicos que tiene esta División los compramos nosotros con plata nuestra. El empleado pone plata y encima hace muy poca cantidad de adicionales porque trabaja de civil, así que no puede hacer la cantidad que hace un policía común en Comodoro”.
“Drogas está funcionando por la gente que está –remarcó-. Usamos los autos particulares porque tenemos un solo vehículo que conoce todo el mundo: un Gol blanco”. El subcomisario aseguró que “acá se usan los autos particulares y llegamos a usar los autos de nuestros familiares, hermanos y padres”. No sólo eso: en el último año los empleados ya pusieron de su bolsillo más 10 mil pesos para compras, que incluyen “computadoras, capturadoras de video, impresoras y tres filmadoras que son nuestras. Lo juro por mis hijos, tengo todas las facturas”.
Reivindica su historia en el área Drogas. “Soy uno de los más viejos en la provincia y puedo decir que hoy estamos peor que nunca”. Aunque hace 4 años se incrementó la cantidad de personal, “si me dicen si quiero más gente para trabajar en Drogas, digo que no. ¿Para qué si no tengo qué darles? Este trabajo no pasa por tener un patrullero y salir a dar vueltas. Debe haber buenos elementos técnicos y buenas filmadoras”. En tal sentido, “desde que estamos acá tenemos dos notebooks, pero son nuestras”.
“La gente se esfuerza para hacer cosas y pasa esto (por los últimos episodios). Si bien sale mi nombre nos afecta a todos. ¿Cómo motivamos a esta gente para que siga trabajando si lo primero que hacen es defenestrarnos y los medios se hacen eco de lo primero que escuchan?” Alonso recuerda que “jamás hablé con la prensa y de todos estos pedidos tengo notas hechas”. Uno de sus últimos oficios, a principios de 2009, repasaba los logros de su área “todo esfuerzo propio”, pero “hago saber que institucionalmente no estamos a la altura de las circunstancias. Estamos lejos”.
“En 2007 y 2008 pedimos un montón de cosas pero hoy es como peor estamos. Encima la gente involucrada en el comercio de drogas sigue mejorando y evolucionando. Tienen mejores cosas y más poder adquisitivo. Nosotros vamos para atrás”. Para Alonso, un ejemplo son los vehículos, cuya mayor parte son “coches viejos que están en el taller y ya no se pueden arreglar”.
Aunque sabe del impacto de sus declaraciones, insiste: “No me importa, soy conciente. Con todo esto pusieron en tela de juicio mi honorabilidad, siento que ensuciaron mi nombre y acá tengo padres e hijos que ven la prensa y se enteran de todo. No es así”.
“No estoy ni molesto ni enojado porque me sacan, soy policía en cualquier lado –aseguró-, sino con la forma, no creo que lo merezca y mis compañeros de trabajo tampoco”.
Según el subcomisario no sólo la ciudad petrolera vive el escenario que describe. “Todas las divisiones están igual y lo que tienen es porque lo compran los muchachos, en la mayoría es así. Y aseguro que la nuestra es la que mejor equipada está, pero es porque lo compramos todos nosotros y ni siquiera salimos a pedir donaciones ni nada de eso”. Alonso explicó que los elementos técnicos son imprescindibles para recolectar pruebas. “Sino no hacemos nada, porque en los juicios orales lo que vale son los medios de prueba, es lo que nos piden. No alcanza con mi testimonio”. Hay que agregar fotos y filmaciones de los seguimientos. “Los tenemos que seguir día y noche, y es imposible. Estamos completamente en desventaja y peor que nunca”.
-¿O sea que hacen pan con la harina que tienen?
-Hacemos masitas, ya ni pan nos sale. No me quejo porque me piden más, pero no es cuestión de pedir; pedime más pero dame para hacerlo. No es que pido un helicóptero. A mí me interesan los 50 gramos que vende por semana el fulano del barrio, porque ése es el que esta matando a los pibes. ¿Qué me importa a mí lo que puede llegar a salir para España? Si lo agarro mejor y en enhorabuena, pero acá la problemática que tenemos es con el que vende 100 gramos de marihuana por semana en el barrio. Esos procedimientos también son importantes.
Alonso aseguró desde su experiencia que “estoy viendo cada vez más consumo y comercialización. Y nosotros estamos cada vez peor para combatirlo”. Se siente respaldado por el jefe Ale y anuncia que una vez que se vaya de Comodoro “haré lo mejor donde esté”. Su próximo destino es ser jefe de la Comisaría de Lago Puelo.
“Siempre me manejé por vía interna y jamás salí a quejarme a la prensa. Siempre me la banqué y trabajé como podía, pero hoy siento que me pusieron en el medio, como que la culpa es de Alonso. Primero se entendió así y recién después salieron a aclarar de a poco. ¿Pero con qué necesidad mandan al frente a alguien y lo ponen en el tapete?”
El subcomisario dice que es “obvio que me siento perjudicado. Que me hagan lo que me hagan, no me importa. Si a partir de ahora se mejora, más allá de que no yo este más en los grupos especiales, en buena hora y mejor, porque los hombres pasan”.
El subcomisario cuenta que trabajó en Trelew, Puerto Madryn y Esquel y jamás tuvo problemas con juzgados federales, hasta su paso por el sur. “No creo que digan nada malo de mí. Siempre que hubo investigaciones complicadas a mí se me convocó, de una forma u otra. Siempre se me tuvo en cuenta. El hilo se corta por lo más delgado pero si con mi traslado se arregla la situación, bienvenido sea. No hay problema”.
Un dato que inquieta. “En la zona sur de Chubut y norte de Santa Cruz tendría que haber 5 veces más cantidad de procedimientos que en la zona del Valle. Y aseguro que no es así. Entonces algo pasa, no es un problema de la División Drogas de Chubut, o de Alonso”