15/2/10

Carta de Agradecimiento de familiares del joven muerto en el Cajón del Azul

El agradecimiento de la familia del joven muerto en El Bolsón

La familia del joven Juan Manuel Ávila, muerto en un accidente este verano en El Bolsón, Río Negro, manifestó su profundo agradecimiento quienes la contuvieron y asistieron luego de la tragedia. Esto lo hizo mediante una sentida nota enviada a los medios que recogieron la noticia. Aquí el escrito completo.

Por el trágico accidente que se cobró la vida del joven mendocino Juan Manuel Ávila, quien murió mientras disfrutaba sus vacaciones en la localidad rionegrina de El Bolsón, ahora se conoce un sentido agradecimiento de su familia a través de los medios de comunicación.
Citando una larga lista de nombre y apellidos y de lugares e instituciones que participaron tanto en el rescate del cuerpo como en la contención que recibieron los familiares de Juan Manuel, la misiva llegó hasta las redacciones de los principales medios que se ocuparon de la noticia.
Gracias y solidaridad, son los términos que más se destacan de la carta que a continuación se transcribe en forma completa:

LA SOLIDARIDAD EN EL SUR TAMBIÉN EXISTE

Gracias es la palabra que usualmente se utiliza para agradecer un gesto, pero en este caso el término es escueto. La infinita amabilidad, contención y la expedita ayuda que recibimos a raíz del accidente de nuestro hijo en el cajón del Río Azul, es el motivo de estas líneas.
Al comisario Rolleri y sus colaboradores que nos facilitaron los trámites que en esas horas tan amargas debimos hacer. Horas
Al señor Caliva y su asistente que se presentaron en nuestra hostería para ponerse a nuestra disposición con ayuda económica y psicológica de la comuna del Bolsón.
Al Cuerpo de Bomberos y Prefectura que trabajaron incansablemente en la búsqueda de nuestro hijo.
A Tomás, que con su contención y calidez asistió en las primeras del accidente a Federico, compañero de Juan Manuel.
A Atilio y su familia del Refugio Cajón del Azul, que nos hicieron sentir como en casa.
A Pablo, su novia, y toda la gente del Refugio “El Polaco”, que no escatimaron palabra de consuelo para con nosotros.
A Anita de la Hostería Steiner, que nos atendió como si fuéramos su familia.
A David y Gonzalo, que acudieron al lugar descuidando sus tareas y que junto a Jimena fueron puntales fundamentales de apoyo para nosotros.
A Andrés y sus amigos que hicieron un viaje de locos, para acudir en ayuda de su amigo.
Y por último hago una mención especial para Eduardo “Guallito” y Marcelino, dos seres extraordinarios, de una nobleza inmensa, que nos llevaron a recorrer el río por su lecho, con el sólo interés de encontrar a nuestro Juan Manuel.
Por todo esto, quiero expresar en nombre de mi señora, el mío propio, de mi hermano Blas y su señora Alicia y nuestras respectivas familias nuestro más y sincero agradecimiento.
                                                                       Francisco y Mirta Ávila