2/2/10

Hondo pesar en Mendoza por la muerte de Juan Ávila, el turista fallecido en el Azul

Familiares y amigos despiden hoy a Juan Ávila, el mendocino que murió en El Bolsón

El joven, que a los 23 años perdió la vida al resbalarse de una piedra y caer en el río Azul, será velado hasta las 18 en Maipú y sus restos serán cremados. Te contamos parte de la vida de "Juanito", "Cuba" o "Huevo" -según el apodo que recibiera en su entorno- y cómo la familia prioriza la solidaridad en medio del dolor. La paradoja de la foto que se sacó y el sinfín de mensajes publicados en Facebook para el querido chico.

La desaparición de Juan Manuel Ávila, el joven que cayó a un río de El Bolsón, despertó un profundo dolor entre familiares y amigos; a la vez, que dejaba un pequeño espacio a la esperanza. Sin embargo, la confirmación de su muerte agudizó todos los sentimientos que se sentía por “Juanito”, “Cuba” o “Huevo”, ése chico bueno que ayudaba a todos y, por tal motivo, en su honor, sus padres piden un gesto de solidaridad para su velatorio.
Juan Manuel será velado hasta las 18 en la Cochería De la Merced (Ozamis 152 de Maipú). Luego, sus restos serán cremados. Desde esta madrugada, cuando exactamente a las 0.30, sus restos llegaron a la sala velatoria, cientos de allegados ya se habían concentrado para dar su último adiós a quien fuera su vecino del barrio La Floresta, o su compañero de primaria en el Instituto Murialdo, o su compañero de Polimodal en el Martín Zapata, o su “colega” de la Universidad Nacional de Cuyo.

Otros tantos, coparon el muro de “Juanito” en el Facebook como una manera de mantener vivo su "perfil". Muchos, muchísimos mensajes fueron escritos desde que se conoció su desaparición. Otros tantos más postearon  el día 28 de enero, cuando el “Huevo” hubiera cumplido sus 24 años.

El joven, que perdió la vida el lunes pasado al caer al río tras resbalarse con una piedra mojada, llevaba apenas menos de un mes de recibido de la Facultad de Ciencias Económicas.
El “Cuba” era conocido por ayudar a quien se le cruzara en el camino. Entre sus estudios, tuvo tiempo para un particular hobby: llevar alimentos y organizar actividades en distintos comedores.

Por tal motivo y como una manera de rendir homenaje a su paso por esta tierra, sus padres han pedido que no gasten en salutaciones o coronas florales, sino que el dinero sea donado al comedor Bº Flores, a cargo de Doña Coca.
Antes de que el cuerpo de Juan Manuel sea trasladado a Córdoba, donde se le practicaran los servicios de tanopraxia, la familia y los amigos celebrarán una misa en la sala velatoria. Aparentemente, sus padres y hermanos esparcirán sus cenizas en El Salto, el lugar favorito del “Huevo”.

La paradoja de la foto

Como todos se enteraron a través de los medios, Juan Manuel desaparece inmediatamente después de sacarse una foto sobre una piedra en el río del Cajón Azul, en El Bolsón. La imagen que recorrió los sitios de internet y que fue publicada en los diarios impresos es la última que hay del joven con vida. Su amigo, quien la tomó, al revisar la cámara para chequear si la toma había sido buena, levantó la vista y ya no vio a Juan Manuel.
Sin embargo, una pequeña historia antes de la foto que le costaría la vida merece ser contada. Juan dijo a su amigo: “Quiero tomarme una foto acá para mostrarles a todos este maravilloso lugar... porque acá está Dios”. Así era el “Cuba”, según describen los amigos que hoy lo están llorando, “él quería compartirlo todo”. Así era este mendocino turista que encontró la muerte en un día de vacaciones, pero que sigue vivo en el recuerdo de todos.