3/6/10

Claudio Segovia: Índice de Desarrollo Humano

Completando el Índice de Desarrollo Humano

La presente nota tiene por fin continuar con la temática desarrollada en el artículo previo de Cifras para Pensar (Ver Saber Cómo 88). Este artículo tuvo por objeto observar la evolución de nuestro país en términos del Índice de Desarrollo Humano (IDH) que elabora el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a partir de información suministrada por las agencias públicas responsables de la elaboración de estadísticas en cada país, en nuestro caso el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). A su vez, en dicha nota se destacó que el objetivo subyacente en la construcción del IDH es proporcionar referencias cuantitativas de las privaciones humanas y de las distancias existentes con respecto a metas posibles de alcanzar, lo cual permitiría identificar desvíos y monitorear la eficacia de las políticas en curso. En tanto clarificó que, a efectos de facilitar su medición cuantitativa, para la construcción del IDH se toman en cuenta tres oportunidades básicas: posibilidad de que el individuo pueda disfrutar de una vida prolongada y saludable; oportunidad de adquirir conocimientos; y acceso a los recursos necesarios para llevar un nivel de vida digno. De este modo, específicamente, el IDH resulta ser un índice compuesto y se obtiene del promedio simple de tres índices: el de esperanza de vida, el de educación y el Producto Bruto Interno.

La última edición del Informe sobre Desarrollo Humano corresponde al año 2009 y cuenta con estimaciones de IDH en intervalos de cinco años para el período comprendido entre 1980 y 2007 en base a información de los 192 Estados miembros de Naciones Unidas.
Dicho informe clasifica a los países en cuatro categorías:

  1. Desarrollo humano muy alto (IDH de 0,9 o más)
  2. Desarrollo humano alto (IDH de 0,8 a 0,89)
  3. Desarrollo humano medio (IDH de 0,5 a 0,79)
  4. Desarrollo humano bajo (IDH inferior a 0,5)

Mientras la primera categoría incluye a los llamados países desarrollados, la segunda comprende a los llamados países en vías de desarrollo y las dos restantes están integradas por países en vías de desarrollo y subdesarrollados.

De acuerdo al citado informe, que utiliza información para el año 2007, Argentina ocupa el puesto 49 en el mundo, alcanzando la categoría de país con desarrollo humano alto con un valor de 0,866. Dentro de Latinoamérica nuestro país ocupa el segundo lugar detrás de Chile (Cuadro 1).

A continuación se incorporan dos indicadores: el Producto Interno Bruto per cápita, y el Coeficiente de Gini, con el fin de observar si la consideración de otros indicadores fuertes puede o no alterar el sesgo de los resultados. En particular se conoce como Producto Interno Bruto per cápita a la suma de todos los bienes y servicios finales producidos en un país o una economía por empresas nacionales y extranjeras dentro de su territorio, registrados en un período determinado (generalmente un año), dividido por la población. Generalmente se lo asocia a un proxy imperfecto del nivel de ingreso de una economía, pero aún así continúa siendo un indicador sumamente potente al momento de realizar comparaciones internacionales.

Por su lado, el Coeficiente de Gini es una medida que se utiliza para medir la desigualdad en la distribución de los ingresos, aunque puede utilizarse para medir cualquier forma de distribución desigual. El coeficiente de Gini es un valor que se ubica entre 0 y 1, en donde 0 se corresponde con la perfecta igualdad (todos tienen los mismos ingresos) y 1 se corresponde con la perfecta desigualdad (una sola categoría, ya sea una persona o un percentil, obtiene la totalidad de los ingresos, el resto nada). El índice de Gini es el coeficiente de Gini expresado en porcentaje, siendo igual al coeficiente de Gini multiplicado por 100.

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En el cuadro 1 se incluyen 18 países de Latinoamérica, 11 de los cuales pertenecen al grupo de alto IDH, en tanto los siete restantes forman parte del grupo de mediano IDH. Como ya se ha mencionado, con respecto a los países de Latinoamérica integrantes de la base del IDH, Argentina es el segundo país en la región sólo antecedido por Chile. En tanto es el tercer país de la región cuando la comparación descansa en el PIB, ya sea en moneda corriente o en base a una canasta de Paridad de Poder Adquisitivo (PPA), antecedido por Brasil en primer lugar y México en segundo.

Por su lado, en términos per cápita se tiene que a dólares de 2007, Argentina se ubica en un sexto lugar después de Chile que ocupa el primer puesto, seguido de México, Venezuela, Uruguay y Brasil. En términos evolutivos, en el período 1980-2007, los mejores registros de PIB per cápita son los correspondiente al último año para todos los países, excepto para Venezuela y Nicaragua, cuyo mejor registro es el coincidente con el inicio de la muestra.

De lo previamente dicho puede discernirse que tener en cuenta el PIB per cápita como indicador imperfecto de la riqueza no afecta en gran sesgo del orden general que imprime el IDH, podría decirse que sólo le imprime una leve presión a la baja, por ser un indicador muy cercano al PIB real utilizado en la construcción del índice.

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El IDH y el índice de desigualdad

¿Qué sucede si se incorporase algún indicador de desigualdad al momento de evaluar el desarrollo humano? ¿Cambiarían en algo los rankings elaborados? Claramente se observa que al clasificar según el coeficiente de Gini se intercalan en el ranking, en función de IDH, países de medio desarrollo humano con alto.

En el cuadro 2 se observa que, sin lugar a dudas, Venezuela ocupa la posición destinada al país con mínima desigualdad en la distribución del ingreso encontrándose en las antípodas de Colombia, con el máximo valor de coeficiente Gini.

Si se ordenasen los datos en términos de cuánto del ingreso o de los gastos genera o consume el 10% más rico con respecto al 10% más pobre de la sociedad, Venezuela ratifica su primer lugar, en tanto que el último lugar resulta para Bolivia con un apabullante indicador de desigualdad del 93,9%.

En cuanto a la posición relativa de Argentina en Latinoamérica, se observa que pasa de ocupar un segundo lugar en función del IDH, a un séptimo lugar en base del coeficiente de Gini, y a una novena de 18 posiciones, considerando el ingreso o los gastos que genera o consume el 10% más rico con respecto al 10% más pobre de la sociedad.

De los resultados anteriores se deduce que un indicador de desarrollo humano debería incorporar medidas de desigualdad, ya que intertemporalmente determinarán el factible grado de evolución a futuro de un país al momento de incrementar su stock de capital humano.

Por Nadina Mezza, nmezza@inti.gob.ar
INTI-Economía Industrial

Fuente:
http://www.inti.gob.ar/sabercomo/sc89/inti10.php
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Claudio Segovia
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