9/7/15

Reflexiones de un porteño comarqueño

Ellos no saben

Ellos no saben lo que es hielo negro,

ni saben de qué hablamos cuando decimos “están cayendo plumitas, o agua nieve”, para ellos es muy vintage una cocina a leña, y ni te imaginas una salamandra, pero sin convertir a gas.

Ellos no saben de “cartonear” hongos, nueces, murras, mosqueta y otros “Maná” para pasar la escasez,

ni se imaginan que se pueden congelar los caños, que derrumbes nos dejen sin caminos, ni de estar dos días sin teléfonos, y día por medio sin luz.

Ellos tienen nombre en sus calles, nosotros tenemos las calles con nuestros nombres.

Cualquier necrológica nos anuncia la muerte de un conocido, y hasta el ginecólogo te manda a llamar por radio nacional.

Ellos se olvidaron que hay que limpiar la chimenea, que los pollos tienen plumas y la leche de vaca se corta a los dos días.

Su mundo es de cemento y el nuestro de barro, sauces y cipreses.

Su cielo es de humo y el nuestro de cristal transparente.

Ellos, cuando decimos Marí, marí, piensan que estamos llamando al servicio doméstico,

que decir Lago Puelo, está mal dicho, que es Lago Pueblo, y que la Comarca es siempre mariposa, y no la mayoría del tiempo oruga.

Ellos creen que vivir en estos lares es vivir en paz, y no saben que la paz no te la da el lugar, sino la justicia.

Ellos creen que mirar a Europa en tiempo real, es estar más cerca, y la verdad es que Europa es a Buenos Aires, lo que Buenos Aires al resto del país.

Alguna vez, algún político privilegió los derechos de los siempre postergados y ellos se enfurecieron.  Al no tener conciencia de las realidades de lo que ellos llaman “El interior del país”, (como si la Capital Federal estuviera en una burbuja, un satélite, una nube célica y no en esta nuestra misma tierra).

Por ellos, al no saber, no entiende… Como posiblemente nosotros, aquí, no entendamos por qué votaron como votaron.