8/6/16

Ñorquincó: Denuncian que una mujer con discapacidad fue violada dos veces

Denuncian que una mujer con discapacidad fue violada dos veces

Tiene 53 años, vive en Ñorquinco y padece un retraso madurativo. Tuvo que ir acompañada de su tutora para que le tomaran la denuncia.

“Siempre dicen que en este pueblo está todo tranquilo, que no pasa nada, pero en realidad a la gente le pasan cosas y ahora yo me animo a hablar”, precisó ayer Gladys Yáñez, tutora de B.M, una mujer de 53 años que padece retraso madurativo y fue violada dos veces.

El primer caso ocurrió hace dos años. El acusado es un hombre, identificado como A.M, que trabaja en el hospital como mucamo. Según relata Yañez, el hombre “pasó una noche en la comisaría por los dichos de los testigos, pero después todo quedó en la nada, no hubo condena y no se supo más nada.

Sigue trabajando en el mismo lugar como si nada hubiese pasado, tampoco tuvimos una respuesta de los organismos oficiales. Nunca vino ningún fiscal o juez a hablar con ella”.

El segundo hecho ocurrió el pasado 21 de mayo, en plena madrugada. B.M. “fue sola a las 4.30 a la comisaría para hacer la denuncia, pero la policía no se la tomó”, detalló Yáñez. Recién la pudo hacer cuando al mediodía se decidió a acompañarla y se presentó como su tutora. “También pedí que pongan que los policías no habían actuado bien, aunque más tarde en El Bolsón le hicieron el hisopado y otras pruebas que se hacen en estos casos. Estamos esperando los resultados de ADN, pero me preocupa porque pasan los días y no llega nada, tengo miedo de que todo vuelva a quedar tapado”, agregó.

La policía mantiene cerrada la vivienda de la víctima a la espera de tomar pruebas de este segundo caso, según Yañez. Por eso, las autoridades del hospital local dispusieron que B.M. pase las noches en el centro asistencial. Allí es acosada a diario por un trabajador acusado de ser el autor del primer abuso.

Además de “pedir justicia por las violaciones y por los abusos, mi familia está luchando para conseguir un lugar de contención para esta mujer”, subrayó Yañez. “No puede estar sola, más allá de que tenga la casita que le construyó el municipio y la pensión que le tramitó mi hija, B. es una persona indefensa, tiene artritis en sus manos y tampoco se puede lavar la ropa o peinarse”, dijo.

Sobre el autor del segundo hecho, B. contó que “era un muchacho joven, de vaquero, boina y una chalina de abrigo. Cuando fui a hacer la denuncia me dijeron que no se podía hacer porque no estaban los principales, así que me volví así nomás para mi casita”.

“No puedo hacer nada”

El director del hospital, Bernardino Ñancupil, confirmó que la víctima “reúne condiciones especiales”, tiene un retraso madurativo y artritis reumatoidea. “En las dos violaciones nos ha tocado intervenir desde el hospital y se hizo todo el protocolo de abuso en cualquier situación, derivándola a El Bolsón, donde fue asistida por el equipo del Servicio Social”, detalló.

Agregó enseguida que “actualmente está en una situación vulnerable y necesita hacer un tratamiento de un mes completo, que requiere de medicación cada 12 horas. Como no tiene un familiar que pueda hacerse cargo, preferimos que de noche se quede en el hospital”.

En respuesta a las acusaciones por acoso por parte de personal del hospital, el funcionario explicó que no desconoce los comentarios, pero no tiene ninguna constancia legal que le permita hacer una intervención.

“Las quejas me han llegado -reconoció-, tanto de B. como de otra mujer del pueblo, pero primero se tiene que expedir la justicia como para que pueda instruir un sumario, no tengo potestad para otro tipo de acción. Lamentablemente estamos hablando de la misma persona, pero es la realidad”, concluyó.

“Hay otra mujer del pueblo, contratada por la comuna, que trabajó como adscripta en el hospital y se tuvo que retirar porque este mismo hombre la vivía acosando” (Gladys Yáñez).

“Me crié con mis abuelitos en la estación Ñorquinco. No fui nunca a la escuela, pero en esa época fui feliz” (B.M.)

RÍO NEGRO