3/1/17

De la mentira de Clarín a la verdad irrefutable de Lago Puelo, el paraíso

Entre arces y la luna llena

“La luna llena bañaba la montaña y sus destellos de plata se reflejaban en el espejo del lago ”,

recuerda la actriz (EFE/David Fernández).

    Esta fue una experiencia en la que la naturaleza y sus misterios, los bosques y sus lagos, el sonido de algún arroyo perdido entre árboles añejos, personas acercándose para ser partícipes de una experiencia poética con los textos de Olga Orozco en un espectáculo llamado “Relámpagos de lo invisible” quedará siempre en mi memoria sensorial.

    A fines de febrero de 2008, la Secretaría de Cultura de la Nación junto con la Administración de Parques Nacionalesorganizó lo que se llamó “Ciclos de luna llena”, cuatro espectáculos que rotaban por los parques Lanín, Nahuel Huapi, Lago Puelo y Los Alerces, es decir, en Neuquén, Río Negro y Chubut.

    Entre arces y la luna llena

    Fabiana Rey, actriz y directora teatral.

    Luego, al Parque Nacional Lago Puelo. La anfitriona a cargo nos iba acompañando e informando, en las largas caminatas, acerca de un tema que hasta entonces ignoraba y que me parece importante destacar: tienen un “plan de control de exóticas vegetales arbóreas y restauración del bosque nativo”.Se lleva adelante en el jardín botánico de Lago Puelo. Ahí el arce crece de una manera increíblemente rápida. Por eso el plan consiste en recuperar su madera, la de más alta calidad, y luego destinarla a la Cooperativa de Trabajo Limitada Luthiers del Sur.

    Para esa época estaban programando un concierto de violines que habían sido fabricados con esa misma madera y que tendría lugar en ese bosque. De alguna manera, una bella forma de retornar, desde la música, a la naturaleza.

    Mi última morada fue en el Parue Nacional Los Alerces y ahí decidimos quedarnos un tiempo con sus cientos de miles de hectáreas de lagos, ríos, arroyos, cascadas, montañas y lujuriosos bosques. El vasto entramado de senderos que permiten adentrarse en la selva Valdiviana, o sólo recorrer las laderas de las montañas encantadas.

    Posee cuatro de los únicos bosques de alerces “en el mundo”. El alerce o lahuán, como lo llamaban los habitantes originarios, es un gigante ejemplar de nuestra flora andino-patagónica, y uno de los seres vivientes más longevos del planeta. Y habita este parque.

    Uno se alucina, se sorprende, se siente una hormiga más al encontrarse parado frente al “Abuelo”, como llaman al ejemplar más viejo, con más de cincuenta metros de altura, tres metros de diámetro y 2.600 años de vida, erguido en verdor y aparente juventud. Para verlo hicimos un safari lacustre navegando por el lago Menéndez, en medio de un verdadero santuario natural, inmenso en sus tonalidades de turquesa y esmeralda, hasta llegar a puerto Sagrario. Esta vivencia de experimentación artística, combinar trabajo y paisaje, abre lugares en el alma que uno evoca para inducir al destino a una cíclica repetición.

    CLARÍN MIENTE