7/1/17

Telam: La temporada presenta un alivio para los incendios forestales en la cordillera patagónica

Tras una sequía histórica,

La temporada presenta un alivio para los incendios forestales en la cordillera patagónica

La peor sequía en los últimos 17 años registrada en 2016 en la Patagonia parece estar en retirada desde diciembre y los índices de riesgo de incendios forestales en el área cordillerana, medidos en base a la baja humedad en los bosques, sectores arbustivos y pastizales, están por debajo de los promedios históricos, según datos del Servicio Federal de Manejo del Fuego (SFMF).

Por Corresponsal

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Esto es fundamental para la magnitud y el daño que ocasiona el fuego, y también ayuda a una menor ocurrencia de focos, en su mayoría intencionales. Es más difícil que un incendio intencional o natural –provocado por rayos mayormente- se salga del control de brigadistas y bomberos si los bosques y sectores arbustivos tienen una reserva de humedad.

Los registros diarios y monitoreo propio del SFMF, centralizado para la Patagonia en Esquel, en Chubut, indican este fin de semana que el estado de humedad de los “combustibles” –bosques, arbustos y pastizales- de la cordillera de Río Negro está por debajo del promedio de los últimos 22 años y muy lejos de las mínimas máximas históricas.

Un panorama similar exhibe el oeste de Chubut, que en 2014, 2015 y los primeros meses de 2016 tuvo los peores incendios forestales de la Patagonia, en especial en el Parque Nacional Los Alerces, la jurisdicción provincial en torno a Esquel y el Parque Nacional Lago Puelo.

También muestra igual alivio el panorama de Nequén, en tanto mejoró mucho en Santa Cruz, que estaba muy seco en diciembre y lluvias semanales en fin de año revirtieron la situación, haciendo que la curva de sequía de combustibles descendiera abruptamente, para ubicarse apenas por debajo del nivel promedio.

Tierra del Fuego, que tuvo un grave proceso de sequía en 2012 y 2013, con serios incendios forestales, volvió a sus niveles de humedad históricos y presenta el mejor panorama de la región en humedad de sus bosques y áreas verdes.

“Está lloviendo una vez por semana en toda la cordillera, en momentos diferentes, y las temperaturas tienden a ser bajas, con excepción del norte neuquino. Eso es bueno y de seguir así, hay menos probabilidades de incendios descontrolados”, explicó a Télam Norberto Rodríguez, director de la jefatura Patagonia del SFMF, que concentra la operación en esas provincias.

En cambio expresó preocupación por los fuertes vientos  que asolan la cordillera patagónica desde hace 20 días y seguirán según los pronósticos, porque “el viento seca más aún que el calor”.

El SFMF es un organismo federal que colabora con Parques Nacionales y las áreas de incendios forestales de las provincias, y también asiste a los municipios cuando el fuego afecta áreas de interfase –entre bosques y zonas urbanas- y su capacidad se ve desbordada.

Además del aporte en coordinación, que sacó al país del caos y conflictos interjurisdiccionales que representaban los incendios forestales en los años 90, el SFMF cuenta en particular con medios aéreos, basados en el alquiler de helicópteros con helibaldes -que transportan y arrojan 1.200 litros de agua- y aviones hidrantes, con capacidad de traslado de 3.000 litros.

También tiene brigadistas para sumar en caso de ser necesarios a Parques Nacionales, las provincias y los municipios, al igual que autobombas, móviles, maquinaria y herramientas.

Rodríguez, ingeniero forestal y especializado en manejo del fuego desde hace más de 20 años, destacó que esta temporada el SFMF está bien equipado en la Patagonia y cuenta con los mismos medios aéreos de años anteriores.

Precisó que para toda la región hay un helicóptero, un avión de observación y tres hidrantes en Bariloche; un helicóptero y un avión en San Martín de los Andes; un helicóptero y un avión en El Bolsón y Esquel.

Además de estos puntos las dos empresas que alquilan helicópteros y aviones tienen varias pistas de aterrizaje alternativas en toda la Patagonia, donde las provincias garantizan la provisión de combustible y agua, por lo que en poco tiempo pueden concurrir a un incendio grave en cualquier punto del sur argentino.

En otoño e invierno, cuando llegan las estaciones húmedas en la Patagonia y termina la temporada de incendios forestales; los medios aéreos, equipamiento y personal del SFMF se trasladan al norte del país, donde el factor climático se invierte y comienza la actividad contra el fuego.

TELAM