“La pobreza se vive como una realidad cotidiana”, señaló Maletti
A su regreso de Capital Federal, donde realizó duras críticas a la pobreza en el país, el Obispo de Bariloche, Fernando Maletti, se refirió a la necesidad de mirar la realidad desde los que menos tienen, y de que se tomen decisiones políticas al respecto. “En esta ciudad donde somos de cada pueblo un paisano, debemos volver a los valores tradicionales de la solidaridad y la familia”, expresó.
“En la ciudad se ven muchos recursos –hay un cordón cinco estrellas- y por otra lado hay muchas necesidades, y no se encuentran nunca”, afirmó Maletti.
“Se puede hacer mucho discurso sobre la pobreza, pero es fundamental ver que es un mal”, indicó Maletti. “La pobreza es necesidad y falta de dignidad frutos de la inequidad social, es la antesala de la exclusión”.
El obispo Maletti, pertenece a la Comisión Episcopal de Ayuda a las Regiones Más Necesitadas, y consideró que es "al menos irritante" afirmar que la pobreza cayó al 13,9% en el primer trimestre del año, como afirmó el gobierno mediante estadísticas difundidas por el INDEC. Asimismo, se manifestó "sorprendido" de que la Patagonia haya sido la zona menos afectada por la pobreza. Según el INDEC, sólo un 9,3% de las personas que viven allí son pobres: "Esa cifra no condice con la realidad de pobreza e inequidad que palpamos a diario", aseveró.
En su Diócesis, que abarca los Departamentos rionegrinos de Bariloche, Pilcaniyeu, Ñorquincó, 25 de Mayo y 9 de Julio, se ven claramente dos situaciones de pobreza. Por un lado, la que tiene que ver con la zona urbana, en nuestra ciudad y El Bolsón, y por otra parte, la relacionada a lo rural.
“En la ciudad se ven muchos recursos –hay un cordón cinco estrellas- y por otra lado hay muchas necesidades, y no se encuentran nunca”, afirmó Maletti. El Obispo, que proviene del Gran Buenos Aires, comentó además que en ningún lugar del país vio tanta pobreza como en Bariloche. Y la situación se agrava debido a la inmigración del campo a la ciudad, que es cada vez mayor.
Respecto a la zona rural, indicó que es necesario “que el Bariloche comercial no se cierre, que se abra para que la gente del campo venda sus productos”, estos deben ser analizados para que estén en buen estado, pero en su opinión, se les debe permitir la comercialización.
También se refirió al problema de la tierra urbana, rural e indígena. “El negocio inmobiliario no puede ser un detente a las aspiraciones de dignidad de cada ciudadano o habitante, argentino o extranjero”, manifestó. Respecto a la situación indígena, destacó que hay una deuda de justicia con los pueblos originarios, que debe resolverse, dejando de lado cuestiones filosóficas.
Otro de los problemas es la cuestión del agua, por la que “está habiendo una lucha sin fronteras y sin cuartel”, que se complica por la “minería salvaje, que utiliza tanta agua que generará inconvenientes para las otras producciones y para el género humano”.
Maletti comentó que la pobreza “se vive como una realidad cotidiana muy fuerte en capillas, parroquias y reuniones de agentes de pastoral, donde nos golpean la puerta y nos piden que acompañemos y busquemos soluciones”. Ante esta situación, es necesario estar “con los que hoy no caben ni en el margen porque están excluidos”.
Las perspectivas de solución al problema, desde la fe, pasan por el retorno “a la ética de la solidaridad”, dejando de lado “el individualismo y el no te metás”. “Hay que luchar desde lo positivo, con la esperanza de un mundo mejor, desde todas las dirigencias, empresariales, políticas, religiosas, educativas”, señaló.
“Abramos el corazón unos para con otros”, pidió. “La globalización tiene una ética anti-familiar, una moral de la afectividad”, y no funcionan, se hace preciso “volver a los valores tradicionales de la bioética, porque cuando se destruye la familia, se destruye el sentido social. En esta ciudad, donde somos de cada pueblo un paisano debemos volver a los valores tradicionales de la solidaridad y la familia”, concluyó.