Estudio de adicciones en Río Negro reflejó falta de información y prevención
Bariloche (ADN). La falta de información, de campañas preventivas y de centros de asistencia ante la problemática de las adicciones, forman parte de la mayor demanda en Río Negro, según reveló un estudio exploratorio realizado por un equipo interdisciplinario en seis localidades. Ahora diseñan campañas para focalizar en la problemática.
Sin llegar a ser un “diagnóstico” de la situación real de Río Negro, el estudio permitió contar con una primera aproximación respecto de la problemática de las adicciones en distintas regiones de la provincia.
El estudio financiado por el CFI a través de la Secretaría de Planificación Provincial y coordinado por el Ministerio de Familia, se desarrolló durante el año pasado y con la información obtenida ahora se trabaja en la concreción de campañas preventivas.
La muestra se realizó en Bariloche, El Bolsón, Viedma, Cipolletti, Ingeniero Jacobacci y Choele Choel, donde se realizaron consultas a organismos vinculados a la temática como la salud pública, áreas de acción social municipales, educación e instituciones que se dedican a la atención y prevención de adicciones.
Daniela Agostino, coordinadora del proyecto señaló a ADN que “hay demanda de asistencia, de información, no hay campañas sistemáticas, sólo tenemos una sola campaña que el SEDRONAR bajó a Educación en escuelas de algunas localidades. También faltan espacios de demanda y asistencia”.
Otra de las falencias en la Provincia respecto de las adicciones es la falta de un área específica que se encargue de abordar la temática debido a que en cada localidad de las relevadas toman el tema dependencias de salud como el caso de Salud Mental que recibe las emergencias, Promoción Familiar de algunos municipios e instituciones que se dedican a la atención de personas con adicciones que generalmente son privadas.
Los organismos consultados en las seis localidades de la muestra coinciden que la mayor problemática es el consumo de alcohol, aunque en ciudades más grandes como Bariloche “es más variado” el consumo de diversas sustancias.
Agostino destacó además un cambio en la información brindada por los medios de comunicación al considerar que en el último tiempo se comenzó a reflejar el interés de instituciones u organismos gubernamentales para brindar respuesta a la problemática de las adicciones, más allá de informar sobre procedimientos policiales.
El estudio fue presentado en enero al CFI y ahora se busca continuar con el financiamiento para solventar la campaña de difusión que se diseña para insertar en las seis localidades que integraron la prueba piloto. Cada campaña intentará llegar con el mensaje a la población, con imágenes del lugar, sitios que generan identidad y sentido de pertenencia.
Qué dicen los chicos
En las seis localidades de la prueba piloto del estudio se entrevistaron en total 491 escolarizados de los cuáles 274 asisten a la escuela primaria y 217 al secundario.
La encuesta consultó respecto de los conocimientos de los chicos de las drogas, qué acceso tienen, dónde escuchan hablar de ellas, entre otras.
Entre los chicos del 7mo grado de la primaria y los de 5to año del secundario consultado sólo el 10% reconoció haber consumido drogas alguna vez y señalaron que principalmente escuchan hablar de drogas “en las noticias”, en la TV, en la calle, las canciones y en películas.
En su mayoría hablan de drogas y alcohol con sus familias, sin embargo el caso de Bariloche dio una respuesta adversa y en la mayoría de los casos dijo que no lo hace. También un 48% dijo que no hablan de drogas con amigos y en un 80% de los casos declararon que no tienen contacto con drogas en los lugares que concurren habitualmente, mientras que un 16% dice que hay gente a su alrededor consumiendo drogas.
Para los más chicos entre las sustancias que consideran más adictivas están el alcohol, el paco, marihuana, éxtasis, tabaco y señalan entre los menos adictivos -según su opinión- a los energizantes, los ácidos, psicofármacos y mezclas.
El 99% de los chicos reconoce que las drogas tienen efectos y según la información con la que cuentan optan entre los efectos al organismo, psicológicos, y sociales.
Según su opinión quienes consumen drogas obtienen el dinero principalmente robando (167), mientras que otros dicen que venden cosas (119), les sacan dinero a sus familias (117), cambian cosas por droga (108), piden plata prestada (85) o trabajan (26), entre otras opciones.
Consultados si alguna vez le ofrecieron drogas, 207 chicos de la primaria dijeron que no, pero 40 dijeron que sí tuvieron ofrecimientos y 27 no quisieron contestar.
Por su parte, la encuesta a los adolescentes del 5to año del secundario determinó que más de un 45% reconoció que alguna vez le ofrecieron drogas, y consideraron en un 99% que el consumo tiene efectos que pueden ser a las capacidades mentales, al organismo y también las relaciones sociales.
Los consultados señalaron que a su criterio las sustancias que son más adictivas son el paco (189), tabaco (170), alcohol (165), marihuana (161), la pasta base (158), pastillas de éxtasis (152), pegamento (148) y los psicofármacos (114).
También coincidieron con la opinión de los niños de primaria respecto de que el dinero para comprar drogas lo obtienen robando (165), vendiendo cosas (119) o le sacan a su familia (117), mientras que una cantidad importante de respuestas (70) indicó que “venden drogas y les pagan con drogas”.
Asistencia insuficiente
Río Negro cuenta sólo con 2 centros de asistencia en la problemática de las adicciones y ambos son del ámbito privado (situados en Cipolletti y Bariloche).
Según la opinión de los sectores involucrados en la temática, esta oferta es “insuficiente” ya que en muchos casos el paciente adicto es derivado a instituciones de otras provincias o Capital Federal.
En cuanto a la atención que se ofrece en Hospitales el estudio señala que la atención en este tipo de patologías asociadas al consumo de sustancias adictivas, es por guardia como primer ingreso, luego se realiza la estrategia de abordaje terapéutico, servicio ambulatorio, terapia individual y terapia familiar. Existe el “Grupo Gia” (de atención a pacientes alcohólicos) o las Casas de Medio Camino (tratamiento ambulatorio, en algunas localidades, dirigido a pacientes psiquiátricos fundamentalmente) si es que la persona lo necesita como espacio terapéutico, pero ninguno realiza asistencia, solo la desintoxicación y compensación de la persona.(ADN)
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