15/7/10

VI Congreso en Lago Puelo: La tela para cortar que dejó el evento

Un inesperado dato de la política

En los cenáculos políticos coinciden en que el Gobierno “hizo cumbre” con el Congreso Provincial de Educación. Los más cáusticos agregan un dato: en la escalada tuvo que acompañarlo la viceministro de Educación de la Nación, María Inés Vollmer, representante del planeta K en la bellísima localidad Lago Puelo donde se llevó a cabo ese encuentro, una suerte de “experiencia chubutense” que se viene realizando desde hace un puñado de años para “repensar la escuela”, dice el eslogan, y que parece haber “enamorado” a los docentes.


Casi un millar de maestros de toda la provincia asistió al Congreso que encabezó la ministro Mirtha Romero, una funcionaria con prolongada trayectoria en la docencia y que por ello, precisamente, cosecha el magma de sentimientos encontrados que distingue al gremio. En otros términos, fue ídolo en el Congreso un día después que los gremios docentes la hostigaran con todo tipo de cuestionamientos al nuevo secundario y a la política salarial. Pero esa es otra historia.

Ahora se trata de interpretar políticamente el escenario del encuentro docente de Puelo, pero fundamentalmente que resortes movilizaron a centenares de docentes que raramente estuvieron de acuerdo con todo lo que se discutió y sus conclusiones, y además, cuentan, se mostraron contentos.

“Si hasta la funcionaria enviada por Kirchner se encargó de elogiar la política educativa que aplica el gobierno de Das Neves”, añadió uno de los hombres más perceptivos de Fontana 50.

Clima favorable

¿Cómo se generó ese clima favorable?. Dicen que la ministro Romero supo neutralizar los intentos de enredar el debate de fuerte sesgo político, con las internas oficialistas. No es una tarea fácil bloquear cualquier operativo en un ambiente tan sensibilizado como lo es el de la docencia.

Siempre fue terreno fértil para todo en todos los tiempos. “A los docentes los sufrieron de igual modo radicales y peronistas”, sentenció la misma fuente.

Los que quieren o pueden ver estos datos, saben que en si mismo son un tema central para la discusión interna. Se trata de verificar, en estos tiempos dominados por “los  modales”, los modos de relacionarse con los sectores para poder llegar a los mismos, generarles propuestas atractivas y movilizarlos.

Eso ocurrió con los docentes en Puelo. Fueron más de un millar, un número que le cuesta juntar a cualquier aspirante a Gobernador, aún traccionando gente con el mejor y más aceitado de los aparatos.

El Estado

Al cerrar oficialmente el encuentro desarrollado bajo el lema “Año del Bicentenario. Educación para todos. Repensar la escuela y las trayectorias educativas”, la ministro de Educación, Mirtha Romero, expresó su agradecimiento a los docentes por “la constante presencia y el acompañamiento que nos dan en este espacio que hemos generado hace seis años para sentarnos a reflexionar, intercambiar opiniones, disentir, y que nació ante la demanda de ustedes”.

La importancia de “escuchar todas las voces, todas las opiniones, y todos juntos preguntarnos si estamos haciendo las cosas bien”, fue destacada por la ministro, “el Estado está presente y jamás se desligó de sus responsabilidades, algo que ocurrió durante muchas décadas, con un Estado que se corría de sus obligaciones”.

La funcionaria recalcó el valor del Estado y su compromiso en la educación al señalar que en Chubut “puedo decir con orgullo, que el Estado nunca, en los últimos años, se desligó de sus responsabilidades porque diseñó y sigue diseñando políticas integrales”.

El discurso de la ministro estuvo centrado en el Estado, aunque para muchos no significa nada en términos políticos, los que siguen el itinerario de los mensajes recuerdan que hace pocos días atrás el gobernador Mario Das Neves puso al Estado como el eje de la disputa interna, señalando que “algunos quiere asaltar el Estado”. Hay que reconocer que no es una rareza, en definitiva el poder se discute en ese territorio, o dicho de otro modo, todos pelean por tener el control del Estado, aún para destruirlo.

Lo cierto es que el Congreso Provincial de Educación se convirtió en un dato de la política, más allá de expresar logros en la construcción de un modelo educativo. ¿Será ese el camino para construir o consolidar poder?

¿O habrá que seguir con las recetas ortodoxas de la política clásica?  No es un debate menor hacia el interior de partidos con vocación real de poder.