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Pidieron 9 y 8 años de prisión para imputados de narcotráfico en Bariloche
El fiscal federal Marcelo Grosso pidió esas penas para los cuatro acusados de integrar una presunta banda que compraba droga en Tigre, provincia de Buenos Aires, para comercializarla en esta ciudad y El Bolsón. Los defensores plantearon nulidades de las escuchas telefónicas a los acusados y de la requisa del vehículo, donde hallaron un cargamento importante de estupefacientes. Por eso, solicitaron la absolución para todos.
Los cuatro imputados escucharon atentos el alegato del fiscal federal Marcelo Grosso. Cuando el funcionario judicial solicitó las penas de prisión para todos, ninguno reaccionó. Sólo deslizaron algún comentario breve. Nada más.
Grosso pidió ayer a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de General Roca que les impongan penas de entre 9 y 8 años a los cuatro imputados de integrar una presunta banda dedicada al narcotráfico en Bariloche y El Bolsón.
El fiscal solicitó 9 años para Juan Ignacio Piva y José Eduardo Bonnefoi, mientras que pidió 8 años y medio para María Primavera Vargas y 8 para Marcelo Matteoni.
“La investigación pudo determinar la existencia de una banda dedicada no al menudeo, sino en grandes cantidades que luego eran distribuidas en los vendedores minoristas”, afirmó el fiscal en su alegato.
Ayer, la jornada de debate se dedicó en forma exclusiva a los alegatos de las partes. La audiencia comenzó a las 17 y se extendió hasta las 20.30.
Acreditado
Para el fiscal quedó acreditado que los cuatro “integraban una organización dedicada a la venta de estupefacientes”. Señaló que viajaban a Tigre, provincia de Buenos Aires, para comprar la droga a Matteoni y luego transportarla para venderla entre distribuidores minoristas, principalmente de Bariloche y El Bolsón.
Dijo que se confirmaron los hechos narrados en la acusación fiscal. Recordó que la investigación comenzó el 1 de junio de 2010 cuando reciben una carta anónima en el juzgado federal de Bariloche, en la que se denunciaba la pelea entre bandas dedicadas a la venta de drogas en la zona del Alto de Bariloche.
Señaló que se constataron 29 giros de dinero de Piva, y en algunas ocasiones de Vargas y Bonnefoi para Matteoni por 149.000 pesos. Hay otros pagos constatados en la investigación.
Escuchas
Además, valoró las numerosas escuchas telefónicas que aportaron datos clave en la opinión del fiscal. Señaló que en esas comunicaciones se revelaron los presuntos pagos por la venta de drogas. El fiscal mencionó que en las escuchas está el nombre de León del Sol Ravicule.
Recordó que efectivos de la Brigada de Investigaciones de la Policía Federal de Bariloche viajo a Tigre para profundizar la investigación y acreditó las sospechas.
Sostuvo que antes de la detención, Piva y Vargas viajaron a Tigre para comprar la droga. Y allí, acomodaron la droga en un Chevrolet Corsa en el que Piva y Vargas se movilizaron.
El fiscal sostuvo que Bonnefoi viajó hasta Piedra del Águila, donde esperó a Piva y Vargas que venían de Tigre. Allí, Bonnefoi se subió y manejó hasta Bariloche donde fueron detenidos por efectivos de la Policía Federal.
Justamente, la madrugada del 30 de abril pasado, Piva, Bonnefoi y Vargas fueron detenidos por efectivos de la Policía Federal en la ruta nacional 40 cerca de esta ciudad, tras haber tratado de escapar.
Detenidos
Los tres detenidos viajaban en un Chevrolet Corsa, en cuyo interior ocultaban 34,4 kilos de marihuana suficientes para configurar 75.330 cigarrillos de los que circulan entre los consumidores, según indica la acusación fiscal. La marihuana estaba fraccionada en 75 ladrillos.
El personal policial secuestró además, 398 gramos de cocaína, suficiente para configurar 9.115 dosis umbrales de inhalación nasal.
Los 75 paquetes venían ocultos en tres puertas y en los costados del baúl. Un testigo dijo que le llamó la atención que sobresalía de una de las puertas un pedacito de nylon y que estaban más pesadas de lo común.
El fiscal destacó que el procedimiento comenzó en la ruta nacional y finalizó en la delegación local de la Policía Federal, “resguardando la cadena de legalidad”.
En la sede de la Policía Federal, requisaron a Vargas y le hallaron algunos gramos de marihuana en su pantalón. Aseguró que la droga tenía como destino Bariloche y El Bolsón.
El fiscal consideró que Piva y Bonnefoi deben responder por el delito de tráfico de estupefacientes agravado por la participación de dos o tres personas y la modalidad de transporte y la tenencia. Por eso, pidió 9 años de prisión.
Penas
Consideró que Vargas debe ser condenada a 8 años y medio en su carácter de partícipe necesaria. Y Matteoni a 8 años por tráfico, sin la tenencia. De hecho, Matteoni fue detenido en Tigre poco después de que fueran aprehendidos Piva, Bonnefoi y Vargas.
Las defensoras Alejandra Vidales y Gabriela Labat, quienes asisten a Vargas, plantearon la nulidad absoluta de las escuchas telefónicas porque se realizaron sin orden ni fundamento escrito del juez federal local Leonidas Moldes.
Advirtieron que se vulneraron todas las garantías constitucionales de Vargas. Señalaron que por ejemplo al momento de la detención, los policías no tenían la orden del juez.
Además, señalaron que el acta de procedimiento de la requisa al Chevrolet Corsa, donde venía oculta la droga, es nula de nulidad absoluta.
Cuestionaron la requisa personal que se hizo a Vargas en la sede de la Policía Federal porque se hizo sin testigos. También cuestionaron el allanamiento en la vivienda de Vargas.
Pruebas
Las defensoras afirmaron que no está probada la colaboración que prestaba Vargas a la presunta banda delictiva. Destacaron que la mujer no recolectaba la plata por la venta de drogas y admitieron que sólo hizo algunos giros a Matteoni a pedido de su novio, Piva.
Por eso, consideraron que correspondía la absolución lisa y llana de los hechos que se le imputan.
El defensor oficial Julián Crespo también planteó la nulidad de lo actuado por la Policía Federal. Y citó abundante jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nacion y de otros tribunales nacionales que plantean que los procedimientos deben respetar el debido proceso y las garantías constitucionales de los sospechosos.
Afirmó que de las muchas causas que le ha tocado intervenir, “ésta es la que más he visto se han violado las garantías constitucionales en el desarrollo de la causa”.
Por eso, insistió con la nulidad de las escuchas telefónicas y de la requisa del Chevorlet Corsa.
Anónimo
Advirtió que esta causa se inició con una carta anónima y “cualquier desprevenido puede decir que este anónimo lo escribió alguien de la Policía Federal”.
Afirmó que el personal de la Policía Federal “al actuar como actuaron violaron los derechos de los imputados”. El defensor planteó sus dudas incluso de cómo aparece la droga en el automotor.
Dijo que en el caso de que no prosperen los planteos de nulidad, sólo se ha comprobado el transporte por parte de Piva, porque advirtió que Bonnefoi actuó sólo como partícipe secundario. En ambos casos consideró que debe aplicarse el mínimo de la pena prevista en el Código Penal. Y sugirió al Tribunal que se le inicie una causa por presunto false testimonio a un efectivo de la Policía Federal.
Los defensores Gonzalo Olivera Tesano y Alejandro Bianco Dubini, quienes defienden a Matteoni, se sumaron a los pedidos de nulidad y de absolución para su asistido.
Enrique Carlos
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