La imagen de dos personas buscando provisiones
El dato curioso es que la ciudad tiene un sistema inteligente de seguridad por video que maneja la Policía, con cámaras apostadas en distintos puntos del casco y en los principales accesos, pero el registro en cuestión es de un aparato privado ubicado en las instalaciones de un comercio.
En efecto, la filmación sería del momento en que los ahora evadidos realizaban una compra de provisiones. Según los trascendidos, en las imágenes no aparece el joven Juan Marcos Fernández, sino alguien cuyo rostro y fisonomía es compatible con una foto hallada en las mochilas requisadas en la camioneta. Luego aparece otra persona de la que no se tienen datos filiatorios pero que podría ser el acompañante.
La fotografía, que también es materia de pesquisas, sería la de Alexis Alfredo Cortez Torres, ciudadano chileno al que se vincula con grupos sediciosos en el país vecino.
Sin embargo y hasta el cierre de este despacho, no había elementos fehacientes que relacionaran al supuesto Cortez Torres con algunos de los lautaristas prófugos de la justicia chilena, por lo que tampoco se descartaba que pudiera tratarse de una misma persona pero con identidad falsa.
El nombre de Cortez Torres aparece en un pasaje aéreo Caracas-Buenos, con reciente fecha de embarque. También se habría hallado otro pasaje Buenos Aires-Bariloche, y un tercero con procedencia de Bolivia, aunque se desconoce a nombre de quién habría estado este último.
Como fuere, la pista trasandina sigue siendo una de las principales para intentar abrir la Pandora. En concreto, se sigue sobre la idea de que al menos uno de los evadidos sería integrante del movimiento clandestino Lautaro.
El antropólogo
En ese contexto, otro de los datos que se conoció ayer, en este caso surgido extraoficialmente de la testimonial de Juan Marcos Fernández (ver nota central) es que el segundo individuo prófugo podría ser un antropólogo o quien se hizo pasar por un profesional de esa disciplina, residente en la comarca andina con cabecera en El Bolsón.
Siempre según las versiones, este supuesto antropólogo habría sido quien contrató el viaje que a la postre realizó Fernández.
En este punto conviene recodar que el joven hijo del intendente de San Martín tiene residencia en Mallín Ahogado, donde explota una chacra y, entre otras actividades, realiza fletes con su camioneta Mitusubishi L200.
Empero, como informó este diario en su edición de ayer, el relato de Juan Marcos no convenció al fiscal Manuel González, quien había pedido el procesamiento por falso testimonio y encubrimiento. En contraste, el juez lo dejó en libertad y solo ligado a la causa en calidad de testigo.
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