15/1/13

Promo de Lago Puelo en Tiempo Argentino

Lago Puelo: hermoso espejo verde azulado

EN EL NOROESTE DE LA PROVINCIA DEL CHUBUT

Por: Tiempo Argentino

Uno de los espejos de agua más bellos de la Patagonia cordillerana, el lago Puelo es el protagonista principal del Parque Nacional homónimo. Lo navegamos a bordo del Juana de Arco, el primer barco que recorrió con turistas todos sus rincones. Dentro del Parque Nacional Lago Puelo, se extiende este hermoso espejo de agua verde azulado que le da nombre al área protegida. El lago que desemboca en el río homónimo se extiende de norte a sur uniéndose a través de su brazo occidental con el lago chileno Interior.

Con estas características, su valle posee un microclima particular, con condiciones más benévolas que los ambientes cordilleranos.

En el año 1971, fue creada esta área protegida que comprende el valle del lago Puelo y que pertenecía a un anexo del parque nacional Los Alerces.

Situada en el extremo noroeste de la provincia del Chubut, en el límite con Chile, preserva la cuenca del río homónimo y es el parque más pequeño de la región patagónica, que protege los bosques, la estepa y las regiones de los altos Andes.

Los paisajes y entornos que rodean el lago Puelo se pueden contemplar desde un tranquilo paseo lacustre a bordo del Juana de Arco. Esta embarcación llegó en la década del '60 desde la localidad bonaerense de Tigre a las aguas del Nahuel Huapi.

Desde ese entonces, y por 25 años, navegó a Puerto Blest, Isla Victoria y Bosque de Arrayanes. A partir de 1985 fue trasladada a Lago Puelo para ofrecer las excursiones lacustres, además de brindarles servicio de transporte a los pobladores durante todo el año. De esta manera, pionera de la navegación en estos lugares, la legendaria barcaza invita a todos los visitantes de la comarca a conocer su historia junto al lago.

En un tranquilo recorrido, el Juana de Arco explora el brazo oeste y se interna hasta el final del lago, cerca del límite con Chile. El paseo continúa con un trekking liviano de una hora, para apreciar la frondosa vegetación de la selva valdiviana en compañía de Javier, el primer guía del parque. La caminata llega hasta los rápidos del río Puelo y los hitos fronterizos.

Aires mediterráneos y un clásico de años

En El Bolsón las propuestas gourmet marcan un estilo propio en la cocina patagónica. Le presentamos una excelente opción para disfrutar de una buena mesa en dos lugares muy especiales de la comarca andina. Cada vez que visitamos El Bolsón, nos sorprende gratamente, no sólo porque encontramos cosas nuevas muy buenas, sino también porque siempre renueva sus tradicionales propuestas. Por eso, le presentamos dos referentes gastronómicos: un flamante restaurante con aires mediterráneos y un clásico de años.

Tsunami 70: Elegido por los residentes que colman las mesas casi todas las noches, Tsunami 70 ya se convirtió en uno de los restaurantes más concurridos de El Bolsón. El cálido ambiente de este pequeño resto nos remonta a la región ibérica, aunque estemos en la comarca cordillerana. Lleva el sello personalísimo del "gallego" Juan en la cocina, quien aprendió el oficio primero de su madre y luego recorriendo los mares en barco. Después de abrir un restaurante en Tenerife y otro en Lanzarote, Juan y Ayelén decidieron afincarse en El Bolsón con lo que definen como "cocina española con productos de esta tierra".

El menú refleja esa impronta de la gastronomía del norte español y de variadas influencias cosmopolitas, rescata las recetas de antaño con un toque de modernidad. Truchas, pulpos, mariscos y pescados de mar acompañados de salsas marineras, sofritos y tradicionales paellas se lucen en la carta que también presenta platos con conejo y cordero, entre otros principales. El toque regional de los vinos patagónicos, como Bodega del Fin del Mundo además de Esteco, San Rafael y Trapiche, completan esta excelente propuesta gourmet.

JAUJA: Representante por excelencia de la gastronomía de El Bolsón, especialmente en materia de helados, el restaurante Jauja propone una cocina clásica con notas de modernidad. Camilo Mazzini está a cargo de este tradicional emprendimiento familiar que se destaca por un variado menú con platos bien presentados, elaborados con una cuidada selección de materias primas de la zona. La sopa de rosa mosqueta, el lomo con morillas, el ciervo y el cordero son fieles exponentes de la identidad de la cocina patagónica. A estas opciones se le suman las conocidas picadas regionales y pastas que se acompañan con buenos vinos.

Pero, además del restaurante, Jauja es "la" heladería de la Patagonia. Elaborados con materias primas de primera calidad, sin ningún tipo de saborizantes ni colorantes, los helados son completamente orgánicos. En materia de innovaciones, todos las temporadas Jauja sorprende con sabores como cerveza, crema de maní, tequila y cilantro, frambuesa con vino, entre otros; así se completa una carta de 70 sabores.