24/3/13

Cipolleti: Fue a reclamar a una clínica y empezó a los tiros: mató a una chica

Fue a reclamar a una clínica y empezó a los tiros: mató a una chica

Una travesti quería que el médico que operó a su madre, que está grave, pidiera perdón. Pero tomó rehenes y disparó. La víctima es una bioquímica de 22 años.

Final. La travesti terminó reducida por la Policía rionegrina y quedó presa. Su madre está internada, grave, en un hospital de Neuquén. /DIARIO RIO NEGRO

La tranquila mañana de sábado en un sanatorio patagónico transcurría en medio de la rutina hasta que dio un giro inesperado, intempestivo y trágico: a las 8.30, una travesti de 30 años entró para reclamarles a los médicos por una presunta mala atención a su madre, una mujer que está internada en un hospital de la vecina ciudad de Neuquén. Enseguida sacó un arma, tomó de rehenes a dos de los profesionales que estaban en el lugar y comenzó a disparar hacia cualquier parte. Uno de esos tiros (los disparos fueron 32) alcanzó a una joven bioquímica en la espalda, quien quedó herida de gravedad ymurió poco después, en medio de una operación, mientras sus compañeros intentaban salvarla.

Sucedió ayer en la clínica privada Fundación Médica de Río Negro y Neuquén , en la ciudad de Cipolletti, Río Negro.

La Policía acordonó y evacuó el lugar, en medio de la incertidumbre de muchos familiares de pacientes que comenzaron a juntarse en las puertas del sanatorio. Finalmente, un grupo especial de la Policía de Río Negro entró a la clínica y detuvo a la travesti. Sus documentos figuran a nombre de Héctor Ruiz. Había estado atrincherada durante dos horas, reclamando por la presunta mala praxis sufrida por su madre, de 81 años.

La bioquímica asesinada era Carla Milla, auxiliar de laboratorio, de 22 años. Una fuente de la fiscalía que trabaja en el caso aseguró a Clarínque la chica “recibió el disparo no bien ingresó esta persona; no es cierto que antes estuvo tratando de calmar al agresor”.

La detenida reclamaba a los gritos que se presentara un médico que días atrás había atendido a su madre por una neumonía. Luego se atrincheró en el segundo piso, exigiendo las disculpas públicas del profesional, mientras apuntaba a quien se le cruzara con un revólver calibre 32 largo. Para entonces, la Policía y los bomberos ya habían rodeado el edificio. Un experto de la Policía intentó negociar con Ruiz para que se entregara, mientras los bomberos, con una grúa, rescataban empleados y pacientes de pisos superiores. Ruiz estaba en medio de un ataque de furia.

Lejos de calmarse, siguió disparando. El blanco fue el médico de emergencias al que acusaba, pero terminó asesinando a Carla.

Una vez que fue controlada por la Policía, la travesti fue sacada de la clínica en una silla de ruedas, por una puerta lateral. Los vecinos y familiares de los pacientes que habían sido rescatados, la insultaron y trataron de golpearla.

Fuentes policiales confirmaron a Clarín que la madre de la detenida estaba internada en grave estado en una clínica neuquina, donde fue derivada luego de que en el sanatorio de Cipolletti le dieran el alta, según la acusación de la travesti.

“Al oír los disparos, me tiré al piso, ayudé a mi compañero de sala y abrí las puertas de los placares para protegernos”, relató Sergio Cabezas, uno de los pacientes que estaba internado.

“Fueron varios tiros y se escuchaban muy cerca”, agregó. Mientras se oían los balazos, afuera crecía la desesperación. Una mujer que esperaba información sobre un familiar se desmayó y tuvo que ser asistida.

Todo terminaría recién alrededor de las 10.30. Según testigos, la mayoría de los disparos que había realizado Ruiz fueron al piso, peroaún llevaba municiones como para estirar la situación durante varias horas. Los medios registraron el momento en que Ruiz, en medio de un fuerte cerco de seguridad, era subida a una camioneta policial y trasladada a la comisaría 4a. de Cipolletti.

“Tengo a mi cuñado y a mi hermana ahí adentro..., déjennos entrar”, gritaba un hombre desesperado, rodeado de gente y empleados de la clínica.

La travesti detenida quedó a disposición del juez de Cipolletti Santiago Márquez Gauna. El hecho causó tal conmoción que en el lugar estuvo el nuevo jefe de la Policía rionegrina, Fabián Gatti, quien había asumido su cargo el día anterior, en Viedma. El hermano de la detenida, que esperaba ansioso afuera del hospital, también se sumó al reclamo que hizo estallar la tragedia y terminó en el crimen de la joven Carla.

CLARIN