La Obra que nunca se estrenó

Grupo de Teatro “Cronopios” de Lago Puelo.

El sábado pasado, estuvimos en la presentación del Grupo Cronopios con su espectáculo “La Obra que nunca se estrenó”.

El título me llamó mucho la atención, porque vinieron a mi memoria tantísimos proyectos personales que abortaron, por distintas razones: La compañía se separó por las peleas entre los actores, por la irrupción de la dictadura que nos sugirió que levantáramos la obra sobre el Chacho Peñalosa y la Montonera, en otra oportunidad, hicimos la primer función de un infantil y al día siguiente “recuperamos” las Malvinas, y así, varios sueños se fueron desvaneciendo (en el mejor de los casos), y hasta se convirtieron en pesadillas.

El teatro nos rescata de una realidad y nos sumerge en otra, no menos real. Fantasía del actor que asume un rol que no es el suyo, Fantasía de un espectador, que ve una barba donde solo hay lana, el patio de un conventillo, donde solo hay papel pintado, y un personaje desconocido en el cuero de un vecino, amigo o pariente.

Pero siento el deber de escribir mi experiencia al vivir esta representación, por diversas causas, a saber:

- Gran afluencia de público: De no haber visto mas de cien personas en el local, posiblemente este comentario no se justificaría. Convocar a tanta gente en estas tierras y en estos tiempos, es un hecho de destacar, ya que la magia de los elencos se potencia con la audiencia.

- Original e ingenioso libreto: Concatenaron una serie de sketches sobre una línea de tiempo que va desde los prístinos inicios del teatro en el Río de la Plata, hasta llegar a nuestros tiempos. Con sabor a sainete y grotesco, personajes que me recordaron a las geniales Octetas fueron conduciendo y presentando los distintos cuadros. Variados personajes como el “tano”, el “turco”, el gaucho, el gordo, y la infaltable hija casadera fueron protagonistas de cada cuadro, siempre con la temática de una familia de actores que intentaban sin lograrlo, estrenar su espectáculo.

Personalmente, fue una emoción muy grande ver a Ana Suárez, la hija del inolvidable negro Edgardo “Pariente” Suárez en escena, caracterizada como un paisano; realmente sentí la presencia de ese gran actor en escena. Y bueno, ya lo dijo Hamlet Lima Quintana: “En el hijo se puede volver nuevo”.

Por otra parte, quizás sabemos más de los actores de la tele (por no decir de las vedetes) que de nuestros vecinos. Pero otro momento emocionante fue al final, cuando el director, Gabriel Brizuela, dedicó la función a Graciela “Grachu” Ortiz, a la que esperaron un año a que triunfara en la lucha contra una enfermedad. Su imagen enorme en el escenario hacía más mágica la magia de la noche.

Y por supuesto, amigos, conocidos, ignotos transeúntes de la comarca, disfrazados, asexuados, o trasvertidos arrancaron risas y carcajadas al público.

Pero, a decir verdad, lo que debo destacar, es la calidez del grupo humano, como dice el Nano: “por una noche se olvidó que cada uno es cada cual.” y que el maridaje imprescindible para estos encuentros, es la osadía de trabajar arduamente en la realización de un proyecto, y la presencia del soberano para disfrutarlo, y alentar a seguir haciendo.

Estos son algunos de los nombres de los que integran el elenco, espero no olvidarme de alguno, aunque se me escapan ciertos apellidos. Suerte y sigan así.

CRONOPIOS..

Gabriel Brizuela

Gabriela Sixto

Sara Elvira Gallardo

Silvia Cenzano

Silvina Ientile

Ruben Omar Barbieri

Alma Cèsar

Erica Chagaray

Sandra Jean Morton

Ayelen. Ro Romero.

Mercedes Prá

Nestor

Gustavo Enrique Carreño.

Ana Suarez.

Alejandra Orgueira.

Betina.

Ludmila Gordon

Osvaldo Pablo Diez