La pasarela al Hielo Azul volverá a ser un cruce seguro

El puente colgante no está en buenas condiciones y debía ser destruido. El gobierno provincial aportará recursos al Club Andino Piltriquitrón para que haga los trabajos antes del verano.

La pasarela es el cruce más directo del río para los montañistas que quieren acceder al cerro Hielo Azul.

EL BOLSÓN (AEB) - La histórica pasarela ubicada sobre el río Azul será reparada gracias a un convenio suscripto ayer por el cual el Ministerio de Turismo de Río Negro aportará recursos al Club Andino Piltriquitrón que efectuará los trabajos. El puente colgante permite el acceso de los excursionistas a la alta montaña e iba a ser destruido "por no reunir los requisitos mínimos de seguridad", se había indicado.

"La idea es que esté nuevamente en condiciones de ser utilizada antes de la temporada estival", explicó la secretaria de Turismo de El Bolsón, Paula Sandes, haciendo referencia enseguida a que "más de 30.000 visitantes por año llegan al circuito de refugios" emplazados al oeste de la ciudad y que en los últimos años se han constituido en uno de los principales atractivos de la Comarca Andina.

En el sector hay otros puentes colgantes de acceso, bajo jurisdicción del Área Natural Protegida río Azul-lago Escondido, aunque "la mayoría queda lejos de la entrada al cerro Hielo Azul", famoso por su ventisquero colgante. Incluso, desde 2008, la Nación viene gestionando fondos ante el Banco Interamericano de Desarrollo para construir una pasarela nueva. El proyecto se aprobó en 2012, "pero desde entonces no sabemos qué pasó con la plata y a quién le correspondía ejecutar los trabajos", indicaron.

En correspondencia, Lucía Saquero, la encargada desde hace 15 años del refugio del Hielo Azul, había iniciado una campaña por internet para evitar la destrucción del puente, actualmente clausurado por la Dirección de Vialidad. Incluso una resolución del subsecretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Guillermo Ceballos, dictaminó que su uso "correrá por cuenta y riesgo de los pobladores".

Dicha medida fue interpretada como "una eximición de responsabilidad que rayaría lo ilegal y discriminatorio por considerar que si se accidentan los pobladores no pasa nada", valoró la propia refugiera. En función de su experiencia, la pasarela "aguanta pero debe ser reparada. En junio el río Azul la tocó, es una prueba de su fuerza de resistencia", subrayó.

Fuente: RÍO NEGRO