11/4/16

El taxista que sobrevivió al hantavirus: "No era mi hora"

El taxista que sobrevivió al hantavirus: "No era mi hora"

Carlos estuvo internado un mes y ahora se recupera de a poco. La mitad de los casos de hantavirus resultan fatales.

Este hospital es lo más grande que tenemos los barilochenses, aseguró Rivarola. El 50 por ciento de los casos son fatales. Foto Marcelo Martínez.

"Este hospital es lo más grande que tenemos los barilochenses", aseguró Rivarola. El 50 por ciento de los casos son fatales. Foto Marcelo Martínez.

Carlos Rivarola es uno de los pocos que hoy puede contar su historia. Este barilochense de 47 años sobrevivió al hantavirus, una enfermedad transmitida por la orina y los excrementos de los roedores, a la que sobrevive sólo el 50% de quienes contraen el virus.

Carlos estuvo internado 20 días en la unidad de Terapia Intensiva del Hospital Zonal Ramón Carrillo y otros 10 en una sala común, cuando ya su mejoría era inminente.

"No recuerdo nada y recién supe que había contraído hantavirus cuando me dieron el alta. Estoy bien porque hay un Dios y porque no era mi hora. Me dieron una oportunidad más que voy a aprovechar con mi familia que me acompañó todo el tiempo", relató, mientras realizaba ejercicios de kinesiología como parte de su rehabilitación para fortalecer los músculos después de tantos días en el hospital. "Tengo músculos muertos así que tengo que venir día por medio. Pero de acá en más, todo es recuperación", agregó, optimista.

Carlos trabaja como taxista desde hace años pero el hantavirus marcó un antes y un después en su vida. "Estaba en el taxi de 8 a 22 porque al trabajar en el aeropuerto, por lo general, me salían viajes largos. No tengo idea a dónde puedo haber contraído el virus. En el taxi, estamos propensos que nos contagien pero no anduve en el monte. Fue un mes de mucho trabajo: hice Circuito Chico, Siete Lagos, San Martín de los Andes, Colonia Suiza. Hacemos de guía de turismo, fotógrafo pero siempre en los miradores. Ahora, sólo quiero relajarme y pasar más tiempo con mi familia", señaló.

El cuadro se desató a principios de marzo, con mucha fiebre. Carlos recuerda que los responsables de Emergencias del aeropuerto lo revisaron y le indicaron que en ese estado, no podía conducir. "Volaba de fiebre. Sólo me quería acostar pero mi señora insistió para llevarme al hospital. Gracias a ella, hoy estoy vivo. Por su poder de decisión", recalcó el hombre.

Los médicos del Hospital Zonal todavía se muestran sorprendidos ante la evolución de Carlos Rivarola. No es para menos. El 50% de los casos de hantavirus resultan fatales.

En lo que va del año, se registraron tres casos de hantavirus en la zona. Un joven barilochense de 17 años y un formoseño de 26 años que prestaba servicios en el Escuadrón 35 de Gendarmería en El Bolsón, murieron a causa de esta enfermedad.

"Rivarola estuvo realmente grave. La enfermedad depende mucho de cada persona pero, a la vez, hay que rescatar el excelente trabajo que hicieron los médicos de terapia. En el hantavirus, se sabe las cosas que se pueden generar y se previene. Evidentemente, los médicos tomaron un buen camino con el tratamiento", destacó la directora del Hospital Zonal, Mercedes Iberó.

Rivarola, por su parte, reconoce que en ningún momento, sintió dolor: "Estuve dormido. Los médicos no esperaron a tener la confirmación del hantavirus: me medicaron, me atacaron con todo y me hicieron tres diálisis para que mi cuerpo respondiera. Este hospital es lo más grande que tenemos los barilocheses. Es impresionante lo que hacen los médicos ahí adentro y estoy muy agradecido", señaló.

RÍO NEGRO