31/3/11

Carta abierta de Marisa D’Angelo Martínez

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"En el año 2007, el pueblo eligió a Iván Fernández como Intendente de Lago Puelo por segunda vez, y al mismo tiempo, revocó la mayoría que en la elección anterior le había otorgado en el Concejo Deliberante a Jaqueline Caminoa.

Nada es por casualidad. La gestión de Caminoa como Presidenta del Concejo Deliberante mereció severas críticas, ya que no pudo pasar inadvertido el amiguismo y parcialidad que impuso en el Órgano Legislativo, en tanto que su accionar estuvo dirigido especialmente a obstaculizar e imponer trabas a la gestión del Intendente Municipal. Actitudes políticas de este tipo, resultan altamente disociantes e inconducentes, y a la postre sólo sirven para causar perjuicios al pueblo, ya que cuando en lugar de unir esfuerzos y acompañar desde el Concejo al Ejecutivo en su permanente accionar constructivo, se intenta el no dejar hacer, el daño mayor lo sufre justamente el pueblo.

En aquella elección del 2007, seguramente todos recordaremos –tal como, por lo demás, obra en los archivos periodístico-, que la UCR no quería unirse al ARI y a los Socialistas -siempre distantes y distintos del histórico radicalismo-, pero, y aunque ello nos sorprenda, en estos momentos Jaki (con K de Kirchner) los transformó en socios y amigos políticos creyendo que de esa forma obtendría esa mayoría que con sólo los votos de la UCR sabía que no podría lograr.

Esa frustrada alianza fue otro error político. Pensó en sumar (+), se promocionó con el símbolo de multiplicar (x) y obtuvo una resta (-). Su error matemático, creo humildemente entender que ha sido producto de no haber sabido interpretar el sentimiento de un pueblo que por encima de cualquier bandería política, quiere que el accionar de sus gobernantes se traduzca en obras, en crecimiento, en un Lago Puelo más y más lleno de vida y posibilidades. Es decir que entiendo que su error más que matemático, lo podemos encuadrar en error político. Porque entre 2007 y 2011 mucha agua corrió bajo los puentes construidos en la gestión de Iván Fernández; muchas familias observaban al cada vez más acogedor Lago Puelo desde esas viviendas a las que se les posibilitó acceder; muchos niños y adolescentes vieron como los proyectos se transformaban en realizaciones de sólidos edificios escolares equipados, modernos, cómodos; todo un pueblo comprobó como las calles de tierra se fueron transformando en arterias pavimentadas, etc., etc. Y nadie puede hoy negar que a través de la gestión de su Intendente, Puelo creció, se transformó, escuchó y atendió las necesidades y los anhelos de sus pobladores y el pueblo se sintió beneficiario y partícipe de esa transformación

A Iván Fernández, con su modalidad y sus defectos humanos -que todos los tenemos-, los vecinos lo vieron afanosamente gestionando obras para su pueblo, logrando que se construyeran escuelas, uniendo con puentes sectores mal comunicados, mejorando rutas y calles con pavimentos y adoquinados, construyendo miles de metros de redes de agua y de gas para llevar esos servicios básicos a los más distantes parajes lo que ha redundado en un mejor nivel de vida de la población, logrando más soluciones habitacionales y refacciones de viviendas humildes que lo que se logró nunca en la historia de Lago Puelo.

También vio el pueblo que más de un adversario -y los amigos de éstos- hicieron el aguante de “okupas” usurpadores de tierras en perjuicio de muchos que con más derechos que aquellos, realizaban legalmente los trámites administrativos y esperaban su turno. Así fueron vistos en el kartódromo, en una toma lindera a la Hostería Enebros, en otra a orillas del Arroyo Golondrinas en la Isla Norte, etc. Asimismo los vieron alentando la discordia entre vecinos, distorsionando tanto la verdad como los argumentos jurídicos, en lugar de trabajar por la concordia y la solución de los problemas -como hizo en el “caso Cayún” el Intendente Iván Fernández-. Los vieron generando conflictos y poniendo palos en la rueda desde el Concejo Deliberante una y otra vez. Pero no vieron proyectos legislativos que emanaran de sus Concejales.

Larga sería la reseña, pero sintetizando los vieron esgrimiendo denuncia tras denuncia, infundadas y desajustadas a derecho (los Tribunales absolvieron a quienes fueron denunciados, rechazando alrededor de una decena de denuncias firmadas por Caminoa, Huenchupan y Zingale).

Por todo eso y mucho más es que –conforme ha surgido del resultado de las elecciones de Lago Puelo- la mayoría de los sufragantes no creyeron ni admitieron ligeras promesas y rechazaron las infundadas acusaciones con las cuales se intentaba equivocadamente captar votos.

El pueblo ha demostrado en las urnas su madurez democrática. Ha dejado bien en claro que no son las palabras –cualquiera sea el tenor de las mismas-, lo que motiva la decisión de voto. Que no resulta efectiva la agresión verbal en la puja entre candidatos. El pueblo ha elegido a quien se ha demostrado en los hechos y a través de sus obras. El pueblo no creyó en la suma, ni en la multiplicación que les proponían y los castigó con una resta. Valga mi admiración por los electores de Lago Puelo.

Y todo esto lo digo con la libertad de pensamiento y de conciencia que me brinda mi independencia política. Yo no soy afiliada del Provech. Estuve en una época cerca de la UCR y puedo comparar metodologías políticas. Ningún grupo humano y en especial político está exento de diferencias internas y de conductas humanas distintas. Los partidos políticos no son clubes de señoritas, allí se juntan altos y petisos, rubios y morochos, ricos y pobres, más inteligentes y menos inteligentes, unos y otros.

Todos tenemos amigos o parientes que piensan distinto a nosotros en política, en football, en religión, o en cualquier otro tema, pero eso no nos debe llevar a intentar denostarlos, a hostilizarlos, y menos a dejar de ser amigos. Si queremos construir un mundo mejor es necesario que nos respetemos mutuamente en nuestras diferencias.

El Intendente Fernández me invitó a aportar mi humilde capacidad por Lago Puelo como Secretaria de Coordinación y yo acepté el desafío. Trabajando desde adentro por nuestro pueblo pude apreciar la honestidad, la buena voluntad y la generosidad en el trabajo por y para Lago Puelo de este grupo humano que ha ganado merecidamente las elecciones municipales. Yo nunca perdí mi independencia y nadie me exigió abandonarla. Por eso tengo fundamentos para opinar y para descalificar ciertas metodologías, que tal como ha ocurrido, sólo conducen al fracaso. Tal el fracaso de quienes se autotitularon “Juntos por Puelo” y que pese a la alianza de varios partidos lograron para la UCR la gran derrota de instalar tan solo UN CONCEJAL RADICAL en las elecciones del 20 de marzo pasado. ASÍ EL CHAU IVÁN, LO HAN TRANSFORMADO EN CHAU JAKI.

Marisa D’Angelo Martinez

DNI 16.149.415