31/10/11

Actores: Fallecieron Anchart y Vidarte

Información Asociación Argentina de Actores

ALBERTO ANCHART - Q.E.P.D.

“Nosotros fuimos pioneros del rock nacional”, comentó hace poco Alberto Anchart en el bar de nuestro sindicato, donde solía tomar un café. Y tenía razón: Junto a al coreógrafo Eber Lobato y a Nélida Lobato cantaban y bailaban a mediados de la década del 50; parte de esa movida quedó documentada en “Venga a bailar el rock”: http://www.youtube.com/watch?v=yfPK5B-N4NE

Pero también lo hizo en clubes de barrio, desde principios de la década del ´50, en esa época donde esos lugares hacían furor convocando a la juventud en masa.

Son esos datos desconocidos o escondidos; Anchart bailaba con excelencia, y eso no es lo que habitualmente suele destacarse de nuestras figuras. Hizo de todo; hoy recordamos eso, así como también su dúo con Santiago Bal en teatro y televisión; su brillo en decenas de revistas, con su sketches y sus monólogos; luego el paso del tiempo y su adecuación en cuerpo y alma: pasó a ser el tío piola, el abuelo canchero.

Su nombre también quedará asociado a uno de los programas más populares de todos los tiempos: “Los Campanelli”. Pero más allá del show, del brillo, de todos sus éxitos, Anchart, últimamente venía golpeado: en este último año fallecieron su compañera y su hija; se lo veía triste. Y si es verdad que las penas se hacen carne, a él le sucedió, y su cuerpo enfermó gravemente. Su hijo Alberto, actor como su padre, y como su abuelo, nos dijo que se despidió dignamente, y con todo saldado.
Un cariño para él y para todos sus seres queridos.

SECRETARIA DE COMUNICACION Y ACTAS

WALTER VIDARTE - Q.E.P.D.

Murió Walter Vidarte. Murió en España. Había nacido en Uruguay, y allí estudió en la Escuela de Arte Dramático de Montevideo, dirigida entonces por la legendaria actriz española Margarita Xirgu. Comenzó, entonces, a trabajar en cine y teatro, y formó parte de la prestigiosa Comedia Nacional Uruguaya.

En 1958 llegó a Buenos Aires y aquí comenzó una extensa carrera en la que sobresalieron títulos como: "Procesado", de Rubén W. Cavallotti; "Alias Gardelito", de Lautaro Murúa; "Tres veces Ana", de David José Kohon; "El Hombre de la esquina rosada", de René Mugica; "Operación Masacre", de Jorge Cedrón y "La tregua", de Sergio Renán; aunque pocas interpretaciones han calado tan hondo en el imaginario popular como la suya del Señor Fernández, el quasi–esclavo de Vila (el de la ferretería) en aquella película que nos deslumbró, allá, a fines de los sesenta: “El dependiente” de Leonardo Favio, en la que compartía el protagonismo con la maravillosa Graciela Borges.

Vidarte desarrolló la mayor parte de su actividad en Argentina, y en 1974 después de haber dirigido la obra teatral Juan Palmieri de Antonio Larreta por la que obtuvo el Premio Moliere y por la que fue amenazado por la “Triple A”, llegó exilado a España, país en el que siguió trabajando y mostrando su gran talento.

La crónica de ayer dice:
“Este domingo fueron incinerados en el Cementerio de la Almudena madrileño los restos del actor uruguayo afincado en España Walter Vidarte, quien murió la víspera en un hospital de la capital española. Había nacido el 18 de julio de 1931 en Montevideo y fue el protagonista de "El dependiente", de Leonardo Favio, junto a Graciela Borges.”

La nota periodística es precisa, exacta. Se ancla en una verdad comprobable pragmáticamente, y –por tal– documentable. Del horror, de la injusticia, de lo amargo de los sucesivos exilios, ni una palabra. Es porque esa parte de la historia sólo puede ser transmitida oralmente y, tiene como como única alternativa de probanza, la fuerza de la credibilidad que otorgan algunas conductas.