El ojo del amo engorda el caballo
El autor cuestionado los largos descansos vacacionales del presidente, los presuntos negocios de los funcionarios nacionales y el llamativo silencio de los grandes medios de comunicación al respecto.
El significado del refrán es: El propietario de un bien o de un negocio, debe estar muy pendiente de el, si quiere que funcione bien. En el caso de nuestro presidente, Mauricio Macri, podemos hacer una disquisición. El refrán de marras nos indica “la preocupación que debería embargarlo por el bienestar general de nuestro país”, cosa que no se condice con la realidad.
Puesto que demuestra estar más preocupado y ocupado por los negocios personales, familiares y de sus amigos, que los propios de la Patria a la cual se debe. Ni siquiera ha demostrado “amor patrio” en absoluto. Y vamos a la demostración.
Desde hace unos días carecemos de un ministro, y el presidente, que debe poner en funciones al reemplazante con las formalidades de rigor, lejos de interrumpir uno de sus repetidos descansos, pospone tal acto hasta bien entrado el mes de enero.
Si comparamos la situación con otras similares en otros países, vemos sin sorpresa, la celeridad con que se reemplazan a funcionarios. El manejo de los negocios del Estado es de capital importancia y no se puede descuidar, no se debe hacer a distancia, como tampoco con la displicencia que ha demostrado.
Ya no está manejando a sus empresas –a las cuales debe dejar de lado-, sino es su obligación ocuparse las 24 horas, para eso fue elegido. Pero parece que esto, le fastidia, y deja a sus segundones el manejo del Estado, mientras practica la olganza “a piacere”.
Más CEOs en el gobierno y más empresas con trato preferencial, con esto que quede claro el conflicto de intereses que representa y que la Oficina Anticorrupción no investiga (¡cómo va a investigar al caballo del Comisario!) Si hasta ha “regalado” 850 Hectáreas en las cercanías de El Bolsón a un magnate amigo suyo, que también salió favorecido con una transportadora de electricidad. Y siguen la misma tesitura ante la pasividad manifiesta de la ciudadanía.
Mucho se ha dicho sobre ilícitos cometidos durante la gestión anterior. Algunos comprobados, fueron juzgados y hubo condenados. Bueno también es decir que, si bien es un delito, al menos el dinero mal habido queda aquí y no se fuga a paraísos fiscales mediante maniobras bancarias. ¿Es eso aceptar el delito? De ninguna manera, la respuesta es simple: Optar por el mal menor.
Dado que la Justicia, aunque lenta, puede “echarle el guante” a quienes perjudican al país cuando los delincuentes y sus dineros mal habidos tienen residencia dentro de nuestras fronteras; de la otra manera, con la fuga, es imposible.
Es de tener en cuenta también, que hay unos u$s 400 mil millones fugados; producto ese, del trabajo argentino y fugado por argentinos. De eso el Presidente actual la sabe lunga (recordemos los Panama Papers) y para eso allegados compraron un banco de segunda, que tiene una filial en las Islas Cayman, el dinero fugado no se puede recuperar fácilmente dado el entramado mafioso que lo protege.
Es notorio que de todo lo enunciado, salvo solo un par de periódicos y medios de comunicación, nada dicen. No creo que carezcan de información, simplemente lo ocultan (¿serán socios?).
Debemos recordar también que el Talón de Aquiles de la sociedad, lo constituye el ciudadano y de eso mucho influye la familia: por lo observado entre quienes están en el tapete, podemos intuir dos razones: O han nacido muchos torcidos de hogares normales, o directamente son hijos de la Famiglia del tipo Padrino Vito Corleone.
Usted ciudadano, ¿qué piensa de todo esto? ¿Dejarán algo para nuestros hijos y nietos? ¿La Patria dejará de ser colonia alguna vez? Vaya un ejemplo: ¿Importan Las Malvinas al gobierno, o solo los negocios personales? ¿Será posible sacarnos de encima a los delincuentes de guante blanco? Todo eso depende indudablemente de nosotros. (Escrito por Héctor Luis Pomini)
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