9/3/12

El Otoño viste de ocres los paisajes de El Bolsón

El Bolsón anticipa el otoño

Los colores del bosque invitan a vivir los últimos días del corto verano patagónico en esta bellísima villa de montaña, rodeada de chacras y de cerros imponentes.

    Por Fernando Bello

    El verano en la Patagonia es breve pero intenso. Son días para disfrutar al máximo ríos, lagos y montañas, antes de que lleguen los primeros fríos. Y apenas estos se hacen presentes, el paisaje empieza a transformarse. Los álamos cambian verde por amarillo; los ñires y las lengas tornan al rojo; los coihues y los pinos mantienen el verde. La paleta completa un paisaje especial, con un horizonte recortado por la figura de los cerros que, como el Piltriquitrón, protegen a los valles de los vientos más fuertes.

    Por eso, cualquier momento es adecuado para descubrir los secretos del bosque y degustar los frutos de la tierra, dos de las características diferentes de El Bolsón. Sí, por supuesto, habrá hippies nuevos y viejos, artesanos, malabaristas y demás personajes típicos. Pero hace rato que esta villa de montaña excede esos clichés: a una cuadra de la feria hay un casino moderno e híper activo; cada otoño se concreta un excelente festival de Jazz, y la agenda deportiva está cargada constantemente de eventos que van desde carreras de cross country hasta competencias de down hill. Pero volviendo a los frutos de la tierra, El Bolsón es indisociable de sus chacras.

    Del campo a la mesa

    Una de las marcas distintivas de El Bolsón es su feria, que todos los jueves y sábados tiene lugar en la Plaza Pagano, en pleno centro de la ciudad. Artesanías, propuestas musicales sumamente originales, pero por sobre todas las cosas, los frutos de la tierra atraen a los visitantes, que en muchos casos van y vienen en el día desde otros destinos cercanos como Bariloche o Esquel. Uno de los gustos que pueden darse es recorrer no solo la feria, sino las chacras donde nacen los dulces, conservas, las cervezas y muchas otras delicias locales.

    Hay varias maneras de encarar este recorrido, pero ninguna como hacerlo en carruajes de campo, estilo wagonette de estancia, tirados por una yunta de caballos. En ellos se recorren chacras en producción, emulando uno de los transportes más populares de principios del siglo pasado, pero además con una modalidad respetuosa de la naturaleza que no produce ningún tipo de contaminación. Uno de los circuitos propuestos es el city tour productivo, un paseo de una hora que además de las chacras visita el molino viejo de El Bolsón. Otra alternativa es la visita a la Chacra del Camino Viejo, que desanda el camino de los nogales con visita a un lupular y que culmina, tras tres horas de paseo compartiendo una merienda de campo con mates, tortas fritas y dulces regionales. Después de ver dónde nacen los productos, no hay nada más que sentarse a las mejores mesas locales para verlos y sentirlos, en un plato irresistible.

    Corderito patagónico, pastas rellenas con trucha, salsas de hongos de ciprés o agridulces, sopa de rosa mosqueta, cervezas frutadas con sabor a cereza, frambuesa o frutilla, y los tradicionales helados artesanales son los clásicos que seducen paladares. Cervecería El Bolsón, A Punto, Vattel o Jauja son algunas de las mejores alternativas en El Bolsón, en tanto que Elisa y Bocata en Lago Puelo, Pinares del Epuyén en El Hoyo y El Balcón en Epuyén son opciones en las localidades vecinas.

    Bosques especiales

    El diccionario dice que bosque es un área con alta densidad de especies arbóreas, y en este caso las laderas de los cerros responden plenamente a la definición. Lo que los libros no cuentan es que allí, entre el follaje, se puede encontrar mucho más. Por ejemplo, aquí han nacido propuestas como el Bosque Temático Belenus, un lugar para descubrir hadas, duendes y otros misteriosos seres que habitan el lugar. Abierto todo el año y ubicado a 10 kilómetros del centro de la ciudad, en el circuito turístico de Mallín Ahogado, consiste en una colección de esculturas que representan a las hadas de las cuatro estaciones acompañadas por sus duendes, la fauna autóctona y otros seres. Con piezas de hasta 2,2 metros, este bosque mágico es obra del escultor Ernesto Bertedor y de Mariana Ortiz.

    Otro lugar privilegiado para unir arte con naturaleza es el Cerro Piltriquitrón. Desde los 1400 metros de altura de su mirador, la ciudad se ve como pequeñas cajitas desparramadas por un valle profundo. Pero la vista no sólo es magnífica hacia el frente, sino que a espaladas del mirador, en medio de lengas y cohiues, hay otro espectáculo para admirar. Como suele ocurrir en los bosques, este sufrió hace décadas un incendio, y allí donde quedaron troncos muertos de pie, un grupo de escultores provenientes de todo el país se encargó de devolver algo de vida. Ya hace 15 años desde que se realizó el primer encuentro de escultores en el Bosque Tallado, como lo bautizaron. Las obras todavía están allí, sin barnices ni protecciones, esperando también ellas seguir con el ciclo natural de la madera.

    Entre Lago Puelo y El Hoyo, el arte se instaló de nuevo en los troncos víctimas del fuego de hace apenas dos temporadas. Una manera de tomar conciencia de que tanta belleza es un bien para disfrutar, pero también un patrimonio al que se debe cuidar. z we

    Datos útiles

    * Cómo llegar:

    Para arribar a El Bolsón se puede combinar fácilmente el trayecto en avión hasta Bariloche que cuenta con vuelos diarios desde Buenos Aires, con precios que arrancan en los $ 1275 con el alquiler de un vehículo en el propio aeropuerto, donde se encuentran agencias como Hertz, Avis y Localiza.

    El Bolsón se encuentra 128 kilómetros al sur de Bariloche transitando por la Ruta 40, que en este tramo está totalmente asfaltada y ofrece un paisaje inigualable.

    * Qué hacer:

    Bosque Temático Belenus: www.belenus.com.ar

    Bosque Tallado: www.elbosquetallado.com

    * Para mayor información

    turismo@elbolson.com www.elbolson.gov.ar

    EL CRONISTA