8/3/10

8 de marzo: Día de la Mujer – Un daguerrotipo inquietante

Una mujer cuya imagen  no debería haber llegado hasta nuestros días, con un mensaje encriptado: Luchando y Amando.

image Acostumbrados a estas fechas inventadas y potenciadas por los comerciantes, es común creer que el día internacional de la Mujer, es un segundo San Valentín, que por suerte por estos lares tiene pocos adeptos, pero la verdad es que es un día en que debemos reconocer que las que dieron sentido a esta celebración, han sido muy “machos” en su actitud de revelarse contra el menosprecio del género.  Han de perdonarme las mujeres, pero si es cierto que somos los hombres el sexo fuerte, cuanto más fuerte, indómito e inquebrantable aquellas mujeres que, aún sabiendo el riesgo de vida que corrían, siguieron manifestándose.

Hoy congénere, no salga a comprar una flores idiotas, ni una plancha nueva para su esposa.  No, no es el día de esa tipo de mujer, no.  Y ojo que estas no son inferiores que aquellas, diría que son las mismas, las que llegan a emocionarse con Andrea del Boca, o que se calzan pañuelos blancos en la frente y salen a buscar lo que nunca encontrarán.  Hoy, congénere, haga un trato con su destino que no le dio un vientre para gestar, ni tetas para amamantar, pero si criterio para respetar a quienes más se parecen a su madre: Respete y haga respetar los derechos de la Mujer.  Desde casa.  Usted primero, pasando por sus hijos y el resto de mundo.

Quise subir esta foto de una mujer, que no le alcanzó con ser mujer para ser considerada inferior, sino que también negra…

Lamentablemente nuestra historia reciente, como la de toda la historia universal ha enseñado más el odio que el respeto, la intolerancia que la justicia, la locura que la cordura.

¿Quién habrá sido esta mujer, negra y esclava que mereciera el honor de ser retratada en la silla del comedor?

Daguerrotipo de las primeras décadas de siglo XIX, que me transporta y mi errática imaginación me devuelve imágenes impensadas, de gauchos y hacendados, de esclavos confundidos en el polvo  que levantan su azadas en las plantaciones de algodón.  De robustas morenas amasando panes, cociendo mazamorra, o salpicando el patio de tierra con enlozadas palanganas blancas.

¿Qué hacía esta mujer negra, inmóvil frente a una cámara, sentada como una señora en la silla estilo Luis XV de una Familia acomodada?…

No lo se.  Posiblemente haya sido muy querida, respetada… Tanto que quisieron dejar el recuerdo de su imagen para siempre en una fotografía.  Y así nos llega hasta nuestros días, misteriosa e inquietante. 

Por eso, para este día pensé que sería lindo poner este retrato de esta ignota mujer, que habrá sufrido la injusticia como cualquiera, pero aún así se hizo un lugar de privilegio en un familia.  Una verdadera mujer, como las que conmemoran este día, que luchando y amando, amando y luchando, dejan su marca en la Historia.

Enrique Carlos Ameijeiras